De ‘Pitita’ Maestre a Inma Sanz, un cambio notorio del nuevo Madrid
Hace poco más de una semana tenía lugar el cambio en la Alcaldía de Madrid. Manuela Carmena dejaba el mando a José Luis Martínez- Almeida. El cambio afectará pronto a las políticas y ha afectado ya al equipo, en el cual me ha llamado poderosamente la atención el cambio de portavoz. Los madrileños estamos acostumbrados a ver cada Jueves a Rita Maestre, alias “Pitita”, la exnovia del Dr. Errejón. Una chica políticamente muy capaz, que ha defendido con acento de “barrio bien” las políticas rupturistas del consistorio liderado por Ahora Madrid. Una chica que además de acento tenía costumbres altoburguesas: no sabía donde meterse cuando le preguntaron sobre la propuesta de Podemos Madrid de prohibir los banquetes de boda en fincas rurales, cuando ella precisamente había celebrado la suya en una finca rural. Una chica, en fin, que tenía en su historial el asalto a la capilla del Campus de la Complutense en Somosaguas, un error pasado que la persiguió toda la legislatura y parece que la seguirá persiguiendo (incluso pese al perdón público del cardenal Osoro), pues todo apunta a que Rita será la flamante lideresa de la oposición municipal.
Pues bien, si después de Manuela ha venido Almeida, después de Rita Maestre ha venido Inmaculada Sanz Otero. Una mujer valiosísima a quien conocí allá por 2001. Por entonces ella acababa de terminar la carrera, y era Presidenta de Nuevas Generaciones (NNGG) en Tetuán, un distrito de contrastes que expresa bien la variedad de Madrid (en apenas un kilómetro se oye hablar en dialecto alto burgués de Rita, en el sureño de Sanchez Mato, y en tres o cuatro modalidades de español americano).
Inma pertenece a la generación de jóvenes que se afiliaron al PP al calor de los éxitos de Aznar. Esa generación que ha madrugado mucho para cientos de faenas políticas y que viajó muchas veces al País Vasco a dar la cara y apoyar a los constitucionalistas de allí cuando ETA mataba cada semana. De esa generación luce hoy sobre todo Pablo Casado, que es cuatro años menor que Inma y era un afiliado más del distrito de Moncloa (cuyas NNGG presidía Antonio González Terol) cuando Inma ya lideraba la organización en un distrito. Aquella es una generación seria, de políticos que no han dado mucho que hablar para mal, y todavía pueden dar mucho que hablar para bien.
Una generación en la que hay más chicos que chicas, y en la que Inma no desmerece de ninguno de los varones, aunque de momento ha hecho bastante menos ruido y ha tenido menos fama que un Terol, un Casado, un Úbeda (nuevo Alcalde de Boadilla), etc. Inma es seria, con una capacidad de trabajo enorme. Puedo dar fe de que se ha dejado la juventud en la política, lo cual me parece valioso, pues si no hubiese gente así habría que reclutarla y sería un problema. Ha tenido varias Direcciones Generales y ha sido portavoz del PP en varios ámbitos: con poco más de 20 años hablaba en nombre del PP de Madrid en las tertulias de la SER (siempre agresivas contra el PP), y se defendía estupendamente, muy lejos de la tradicional carencia de un PP que no sabe comunicar.
Así las cosas, pienso que Inma es una gran elección. Casi se podría decir que notaremos más el cambio en la portavoz que en la Alcaldía. Tendremos una portavoz sin antecedentes escandalosos ni acento altoburgués, que puede sorprender por su normalidad y porque rompe los mitos sobre lo que la gente cree que es una chica del PP. Puedo adelantar que no decepcionará. Y creo que buena parte del éxito electoral que cosechará Almeida en 2023, se deberá a lo que, semana a semana, le veamos decir a Inma. Atentos al aparato.
- Diego Vigil de Quiñones Otero es Registrador de la Propiedad y miembro del act-tank Qveremos.