Paranoia gubernamental: ¿se imaginan a Feijóo cortando cables del AVE?

sabotaje
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Suele ocurrir en las personas o grupos que no aceptan su propia incompetencia y degradación. Buscan con rictus enfermizos, enemigos exteriores con los que intentar justificar una realidad manifiesta.

A los responsables políticos del desastre AVE, amontonando incidencias durante días, semanas, meses y años, pongamos que hablo de Óscar Puente sin ir más lejos, no se les ha ocurrido otra cosa que insinuar que el inexistente «sabotaje» (según la Guardia Civil y distintos juzgados) es obra de sus oponentes políticos que buscan provocar el caos para derribar al Gobierno.

Lo grave, que lo es, no es ya que lo digan dirigentes fracasados, sino que, paralelamente, ponen en marcha una maquinaria mediática engrasada con el dinero de todos para sacar de mentira verdad. ¡Algo inaudito en cualquier democracia que se precie!

Insinuar que, por ejemplo, Núñez Feijóo al frente de todo su Comité Ejecutivo, tijeras en mano, se camuflan entre las vías ferroviarias, para paralizar los trenes sólo es posible en mentes podridas por los intereses.

Cuando éste ya largo periodo de poder sanchista quede varado en las peores entretelas de la historia española contemporánea, se podrá concluir con justeza este tiempo marcados por la mentira y el abuso de poder. No han aprendido nada. Además de creerse que son de verdad, estiman que los ciudadanos son bobos de baba. Han entrado en un proceso políticamente paranoico que en sí no tiene ninguna salida posible.

Llevan ya muchos años haciendo oposición a la oposición mientras son incapaces de cumplir la Constitución, por ejemplo, presentar un proyecto de Presupuestos Generales a lo que vienen obligados por ley. Ven conspiraciones judiciales, mediáticas, empresariales cuando la realidad es nítida: incapacidad para gobernar democráticamente en un país que se desliza entre el autoritarismo y el caos.

«Carroñeros», ha llamado el Gobierno y la ultraizquierda a la oposición por cumplir con su obligación (les pagamos para ello) a los que mandan. Resultaría enternecedor si no pudiéramos recordar lo de Excálibur (ébola), el 11M, el Prestige y la DANA.

¡En fin! Suma y sigue.

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