Giro histórico en MUFACE: el palo que van a sufrir estos mutualistas ya es oficial
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La tranquilidad de muchos funcionarios acogidos a MUFACE ha saltado por los aires tras un anuncio que cambia por completo su modelo de asistencia sanitaria. A partir de ahora, los antiguos asegurados con DKV deben tomar una decisión urgente: pasarse a la sanidad pública o elegir entre las dos únicas aseguradoras privadas que permanecen en el nuevo convenio. El cambio, que antes era opcional y sin consecuencias graves, hoy es obligatorio. Y lo que es peor: el plazo termina hoy, 31 de mayo.
El nuevo concierto sanitario, que abarca desde mayo de 2025 hasta 2027, ha supuesto un auténtico terremoto para miles de mutualistas. El motivo principal es la retirada de DKV, que ha decidido no continuar en el sistema. Esto obliga a sus antiguos asegurados a elegir una nueva entidad sanitaria o, si no hacen nada, pasarán automáticamente al sistema público. Muchos se han sentido desinformados y sin margen de reacción, pero MUFACE ha dejado claro que la adscripción automática será efectiva desde el 1 de junio. El Gobierno asegura que estos cambios buscan garantizar la sostenibilidad del sistema. Sin embargo, para los afectados, la sensación es la de un palo inesperado que altera de forma drástica su vida sanitaria y familiar.
Giro en MUFACE: el palo que van a sufrir estos mutualistas
La salida de DKV del concierto sanitario deja hoy a miles de mutualistas con una obligación ineludible: elegir una nueva entidad. A diferencia de otros años, en los que los cambios eran voluntarios, esta vez no hay margen de maniobra. Quienes no formalicen hoy su elección, serán adscritos automáticamente al sistema público (INSS) a partir de mañana, 1 de junio.
El trámite puede hacerse a través de la sede electrónica de MUFACE, ya que el plazo acaba hoy y no habría tiempo mediante formulario físico en oficinas o por correo. Sólo están disponibles Adeslas y Asisa como alternativas privadas. En cambio, quienes prefieran pasar a la pública no tienen que hacer ningún trámite: se les asignará automáticamente.
Aunque MUFACE garantiza cobertura con DKV hasta hoy mismo, a partir de mañana el cambio será efectivo. Esto implica que, desde el 1 de junio, quienes hayan hecho el trámite comenzarán a recibir asistencia con su nueva entidad, y quienes no, pasarán a depender del sistema sanitario público.
¿Y qué va a pasar con los tratamientos en curso?
El cambio de entidad es inmediato. Eso significa que el día después de realizar el trámite, ya se pertenece a la nueva aseguradora y no se puede volver a la anterior. Esto es especialmente delicado para quienes estén en medio de un tratamiento médico, hospitalización o seguimiento clínico.
MUFACE advierte que, antes de cambiar, es fundamental consultar con el Servicio Provincial si se está en tratamiento activo. Una simple gestión podría suponer la interrupción o pérdida de continuidad asistencial. Además, en caso de urgencia o necesidad de un servicio concreto, el mutualista deberá adaptarse a las condiciones de la nueva entidad.
En este sentido, DKV ha garantizado la cobertura total hasta hoy, 31 de mayo. Mañana ya no prestará servicios a mutualistas. Así que cualquier decisión debe tomarse con conocimiento y, sobre todo, rapidez.
El nuevo sistema penaliza a los mutualistas más mayores
El nuevo convenio introduce un modelo de primas escalonadas por edad, una medida que busca reflejar el coste real de la atención sanitaria según el perfil del asegurado. Así, cuanto mayor sea el mutualista, mayor será la prima que la administración paga a la aseguradora por su atención.
Aunque esta prima no la paga el propio usuario, sí puede afectar indirectamente a la calidad asistencial. Por ejemplo, en 2025, los mayores de 74 años generarán una prima mensual de 260,96 euros, cifra que subirá progresivamente hasta alcanzar los 272,11 euros en 2027. Esto podría suponer que las aseguradoras reduzcan servicios, limiten citas o prioricen perfiles más jóvenes y baratos.
El envejecimiento de la población mutualista es uno de los grandes retos de MUFACE. Pero este nuevo enfoque, lejos de tranquilizar, ha levantado preocupación entre los mutualistas más veteranos, que temen ser tratados como “pacientes caros” y ver mermada su asistencia.
¿Y si la aseguradora no responde?
Una de las pocas buenas noticias es que el nuevo convenio permite, en situaciones concretas, acudir a un centro no concertado y solicitar el reembolso de los gastos. Esto solo será posible si la aseguradora no ofrece solución asistencial en cinco días hábiles.
Es una medida pensada para evitar los cuellos de botella y dar una vía de escape a los usuarios en zonas donde hay menos cobertura. Sin embargo, el reembolso implica adelantar el dinero y seguir un proceso burocrático nada ágil. Por tanto, aunque representa una pequeña garantía, no resuelve de fondo la sensación de inseguridad con la que muchos mutualistas están viviendo este cambio.
Hoy, 31 de mayo, es el último día para elegir. Y la decisión no es menor. De ella dependerá la asistencia médica de miles de funcionarios y sus familias durante los próximos años.