La orgía perpetua y Madame Bovary
El Nobel de Literatura peruano (2010) Mario Vargas Llosa admite que la novela Madame Bovary de Gustave Flaubert (1856) cambió su vida como lector y escritor, influyéndole tanto que produjo un ensayo apoteósico, La orgía perpetua: Flaubert y Madame Bovary. Desenfreno que, al parecer, se reanudó ficticiamente entre Isabel Preysler, la coleccionista de corazones famosos, y el gran escritor. Pero Isabel también tiene su mérito en esta clase de historias, pues tras jugar de niña en los arrabales enlodados de Manila, pasó a los suelos de mármol que iban tendiéndole sus maridos. Su talento para seducir a sus víctimas, enturbiándolas de amor, los volvió a todos majaras, desde Iglesias, Falcó y Boyer, hasta el Nobel, su último novio. Las orientales tienen un gancho especial.
Nuevos incautos caerán en las redes de Madame Preysler. La sarcástica Pilar Eyre aventura que es capaz de acabar en los brazos del Chatarrero con tal de alargar su leyenda amatoria. Y acierta, porque la infinita capacidad de seducción de la filipina aún no ha logrado olvidar a su primer y volcánico amor, Juni Kalav, el playboy que la volvió loca de pasión, volcándole los ojos por primera vez, en la adolescencia, para luego dejarla tirada. Isabel aprendió aquella dura lección: abandonar, antes de que la abandonasen, lo que hizo, de una forma u otra, con todos sus maridos y parejas ocasionales, sin dejar de soñar, un solo instante, con Juni Kalav, su único amor verdadero.
Félix Grande escribió: «Que dure un año, un mes, es lateral en el amor, que se acabe es su precio, que duela luego es su victoria». Así que el peruano no tiene nada que justificar. Quienes hablan de celos son idiotas. El amor viene para irse. Lo más sensato que oí de la ruptura de Preysler y el Nobel lo contó Isabel González en esRadio: cree que el peruano ha vuelto al perfil bajo que siempre le caracterizó y que los fuegos artificiales – o celos inventados por la filipina para desprestigiarlo – pronto van a desparecer.
Que nadie olvide que Mario Vargas Llosa, aparte de ser premio Nobel, es el personaje más importante de los dos a nivel internacional.