Orgía del «comité de expertos» en Teruel

Teruel
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

El escándalo Ábalos, ahora confirmando una orgía con prostitutas, va en aumento a medida que se van conociendo detalles gracias a los impagables servicios de la UCO en uno de los más sórdidos de episodios de las últimas décadas.

Es tal el hedor que arrojan los hechos investigados por la Guardia Civil  al otrora factótum de Sánchez (PSOE y Gobierno), que esos hechos acreditados oficialmente permiten concluir que en un país con un mínimo de autoestima hubiera forzado la dimisión del jefe del Ejecutivo y de todo el Gabinete.

Sin embargo, mientras el detritus amarillo se va acumulando ya en gigantescas montañas, el Partido Socialista (que ahora también ve amenazado a su Secretario de Organización, Santos Cerdán, ministros y altos cargos) se enroca arremetiendo contra investigadores, medios, fiscales y antiguos socios que comenzaron a largar cuando vieron ante ellos un negro túnel de barrotes incluidos.

Los sucesos destapados ahora por OKDIARIO en el Parador de Teruel se produjeron cuando los españoles estaban confinados «porque lo ordeno yo y porque estoy avalado por el comité de expertos sanitarios», lo cual agrava aún más el abuso de poder, la utilización de putas en un hotel de titularidad pública gratis total y los destrozos ocasionados por una colección de macarras (¡es fácil suponer lo que llevaban entre vena y vena!) encabezados por el superministro de Pedro Sánchez.

Visto lo leído, ese «comité de expertos» estaba dirigido por el doctor Ábalos, el bioquímico Koldo y el resto de equipo formado por señoritas utilizadas, previo pago, como objetos sexuales. Falta uno. Quizá tendría algo que añadir a los sesudos estudios reunidos en la suite del Parador de Teruel el investigador anticovid, un tal Óscar López, que presidía la empresa pública y ocultó los hechos, pero informó por lo bajini y confidencialmente al capo de la organización, un tal Sánchez. Luego, a cambio, le nombró jefe del Gabinete de la Presidencia.

Fue cuando Miguel Ángel Oliver, entonces taimado (por censor) secretario de Estado para la Información y hoy oscuro presidente de la decaída y decadente agencia estatal EFE, ideó (según subrayan fuentes gubernamentales) lo del «comité de expertos» para justificar las medidas anticonstitucionales adoptadas por su amo Sánchez. Quizá y seguramente también conocía lo que ocurrió en el hotel público aragonés y lo guardaba para dar alguna exclusiva en EFE, similar o parecida a lo del accidente del helicóptero en la Cuatro Torres o la falsa muerte del escritor Fernando Aramburu. Según las últimas pesquisas periodísticas, también andaba por aquellos lares, presuntamente, la entonces delegada del Gobierno en Aragón, Pilar Alegría, quien, muy nerviosa, balbuceaba el pasado jueves no sé qué excusas…

Esto no aguanta. Mejor, no debería aguantar. Pasarán a la historia como lo peor que ha ocurrido a unos exhaustos contribuyentes que ven cómo su dinero se ha evaporado entre orgías con putas, enchufes ilegales y procederes tan obscenos que deberían ser ya carne de prisión preventiva.

Y, ¿lo de Jésica, Isabel Pardo de Vera, Koldo y miss Asturias?

¡Ver para creer!   

PD. Ábalos va a probar el tacto del traje con rayas y sigue sin ofrecer a los españoles lo que todo el mundo (o casi) está esperando: que hable sobre la auténtica catadura de su jefe.

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