¿No hay vacunas contra la incompetencia?

¿No hay vacunas contra la incompetencia?

Miles de personas están en un limbo: son aquellas menores de 60 años que recibieron a partir del pasado 9 de febrero la primera dosis de AstraZeneca y que a día de hoy siguen sin saber a qué atenerse. La ficha técnica de la farmacéutica indica que el segundo suero -necesario para completar la inmunidad- debe administrarse 84 días después de la primera dosis. Es decir, a aquellos que se vacunaron a comienzos de febrero les ha vencido el plazo. A día de hoy 17.416 personas -la mayoría personal sanitario y sociosanitario- siguen aún a la espera de una respuesta de Sanidad sobre esa necesaria segunda dosis. El Ministerio de Sanidad decidió hace días retrasar un mes la decisión, un plazo que no se justifica por ninguna razón sanitaria y que obedece a la probada incapacidad de un Ejecutivo que se pasa o no llega, pero que vive de espaldas al sentido común y a las recomendaciones de los expertos. A día de hoy sigue sin aclarar si estas personas serán inoculadas con un suero del mismo laboratorio o, por el contrario, recibirán otra vacuna. Los afectados pertenecen al colectivo de «profesionales esenciales», entre los que se incluyen sanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, docentes, bomberos o funcionarios de prisiones.

Lo insólito es que Sanidad considera que no hay ningún problema en alargar la segunda dosis, en contra del criterio de los propias farmacéuticas, y sin embargo, en contra del criterio de los expertos, se resiste a poner la pauta completa. Dice el Ejecutivo que está esperando a que se termine un ensayo que deberá determinar si es seguro combinar vacunas de dos laboratorios distintos. Por ejemplo, inyectar Pfizer en aquellos que ya recibieron una primera dosis de AstraZeneca. Lo malo es que el informe no estará listo hasta junio.

Mientras otros países ya resolvieron el problema hace tiempo, el Gobierno de España sigue esperando a que se le encienda la luz. Y como eso es imposible, mantiene a miles de españoles en la incertidumbre más oscura.

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