Memoria (corta) histórica

Existe hoy entre la clase política de la izquierda del mapa y observantes de este credo laico una moda con gran predicamento, la llamada memoria histórica. Consiste en el ejercicio de recordar, en primer lugar, el expolio que el imperio español de la época causó a los indefensos indios sudamericanos para, haciendo un paréntesis de los siglos posteriores, pasar a relatar la guerra del 36 y las consecuencias de la dictadura franquista tratando de ganarla 80 años después. Y en ello están. Desde Zapatero hasta la actualidad.
Pero como todo se pega menos la hermosura, y esperando que no acabe lo comenzado tirando a peor, ahora la concejala de Participación Ciudadana del ayuntamiento de Palma, Claudia Costa, ante dispendios evidentemente fuera de lo común, ha justificado la contratación del conjunto mallorquín Antònia Font, aunque paradójicamente compuesto por cuatro caballeros, quienes tras una década de ausencia, «se ha convertido en memoria colectiva de toda una generación y son un punto de referencia de muchos artistas actuales e incluso convertidos en mito para los más jóvenes». Y se ha extendido un poco más aún diciendo que «poder recuperar con este grupo el concierto es sin duda una ocasión singular».
Para tal ocasión, el ayuntamiento nos ofrecerá en las actuaciones musicales de Sant Sebastià un concierto gratuito de Antònia Font para el respetable ciudadano, que quedará pasmado de un espectáculo tan extraordinario y único. Y que solo costará a las arcas públicas 341.621,81 euros IVA incluido, entre el esfuerzo de cantar de los ilustres cantores y los gastos de la parafernalia que supondrá todo el montaje. Obsérvese que esta cantidad es superior en un 54,5% al coste de todas las actuaciones musicales que se prevén en la Revetla de la víspera del patrón en las cinco plazas en las que este año habrá música simultáneamente, que es de 221.000 euros.
Por estas mismas fechas, el ayuntamiento, que es un adelantado en materia cultural y musical, destina un dispendio de 94.000 euros a premiar, premios Palma mediante, a ocho concursantes a distintas disciplinas que van desde novela, dotada con 26.000 euros, a periodismo que se lleva la fabulosa cifra de 3.000 euros , en evidente demostración de defensa de la libertad de expresión. O sea, que tanto derroche de creatividad resulta poco más o menos comparable a lo que se llevara el conjunto que también deleitará Palma, llamado RelsB y que nos costara solo 102.000 euros.
Lo más curioso de toda esta cuestión es que dentro de los premios Palma, hay uno llamado Bonet de Sant Pere dotado con 6.000 euros, para galardonar grabaciones musicales que hayan realizado artistas establecidos en Baleares. Y las obras que concurren deben ser grabaciones originales de cualquier género y álbumes de larga duración, con un mínimo de 30 minutos. O sea que, para que se entienda perfectamente y sin asomo de dudas el valor que merecen estos premios, si dividimos lo que le pagarán a Antònia Font más gastos, 341.000 euros, y lo dividimos por lo que percibirá el ganador del Bonet de San Pere, 6.000 euros, nos sale que podrían concederse tal que 56 veces este premio.
Y es que sin duda no hay nada tan meritorio y loable como velar por la promoción cultural y musical palmesana.