Sánchez ofrece a las eléctricas pactar un reparto de culpas del apagón a cambio de no mandar inspectores


El Gobierno ha cambiado de estrategia sobre el apagón del 28 de abril: Pedro Sánchez ha pasado de culpabilizar a las empresas eléctricas «privadas» a proponerles un pacto para repartir las culpas y que así nadie sea responsable, según fuentes conocedoras de la situación. Un acuerdo en el que incluye no mandar inspectores a revisar los datos enviados por el sector, y en vísperas de la revisión de la retribución del mismo.
Este cambio de estrategia se visibilizó ayer con la intervención de la ministra Sara Aagesen en el Congreso, en la que descartó por fin la hipótesis del ciberataque -que Red Eléctrica (REE) había desechado el día posterior al apagón- y habló de una triple perturbación: en Granada, Sevilla y Badajoz.
¿Por qué triple perturbación? El organismo europeo que investiga el apagón (y del que forma parte Red Eléctrica), Entso-E, señaló el 9 de mayo «una serie de fallos de generación en el Sur de España por un total de 2.200 MW». Ese volumen implica toda la interconexión con Francia o la caída de dos nucleares. Para alcanzarlo, es necesario que haya varias perturbaciones simultáneas.
Ahí está el quid de la cuestión: que ninguna de esas caídas por sí sola sea suficiente para provocar el apagón (luego ninguna de las eléctricas es responsable), pero tampoco lo sería Red Eléctrica. La razón es que «si la perturbación conjunta es tan grande que excede los mínimos que establecen los protocolos de operación, la culpa no es del gestor de la red, porque se desconectan automáticamente las centrales». Si los fallos están por encima de esos niveles, la empresa que preside Beatriz Corredor tampoco es responsable.
Es decir, al repartir las culpas, nadie la tendría. Y eso es muy relevante tanto desde el punto de vista político -Sánchez no tendría que asumir las responsabilidades que le exige la oposición y la ciudadanía- como desde el de las millonarias indemnizaciones por el apagón que muy probablemente se van a reclamar por vía judicial, que no asumirían ni REE ni las eléctricas.
Ahora bien, «esa explicación es mentira, porque, si tienes fallas en tres subestaciones distintas, los medidores de fase (llamados PMU) detectan cuál va primera y cuál después; sólo podría ocurrir en el remoto caso de que dos parques que van a la misma subestación fallaran a la vez, pero no dan esos 2.200MW. Por eso, el Gobierno coloca los fallos en diferentes subestaciones», explica un experto en electricidad.
Ofertas a cambio
La cuestión es si las eléctricas van a aceptar este cambalache. No es necesario que lo hagan las grandes -Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol-, sino que basta con tres de las pequeñas independientes. Lo cual facilita el plan de Sánchez por la desesperada situación en que se encuentran muchas de ellas por el estallido de la burbuja renovable.
A cambio de que el sector acepte este pacto, el Gobierno ofrece varios caramelos. El más importante es no culpar a las eléctricas del apagón, lo que incluye no mandar inspectores para revisar los datos que ha solicitado y darlos directamente por buenos. Pero también recuerda que hay que revisar la retribución del sector, que es responsabilidad de la teóricamente independiente CNMC.
Por último, también ha lanzado el globo sonda de la división de Red Eléctrica en un operador del sistema y un gestor de la red de transportes (la compañía aglutina ahora ambas funciones). Ésta es una vieja demanda del sector para contar con un gestor independiente y no politizado como en la actualidad.
Temas:
- Apagón
- Eléctricas
- Redeia