Mallorca verde y resiliente. O al revés

Mallorca verde y resiliente. O al revés
Mallorca verde y resiliente. O al revés

Hace algunos años escribía más o menos esto: concluida la autopista de Inca, la mejor obra que se ha realizado nunca en la red viaria de Mallorca -la de Poniente no llega a su altura-, se abordó la primera fase de la autopista de Llucmajor, que en el futuro debía prolongarse hasta Manacor para ser su principal vía de acceso dando al mismo tiempo mejor comunicación a Campos, Porreres y Felanitx, pero la oposición de los ecologistas y la miopía del PP se cargaron el proyecto y ahora esta vía solo llega hasta Campos. Este cambio fue aprovechado por el Consell Insular para desdoblar la carretera de Manacor superponiendo -otra equivocación- la autovía sobre el trazado de la vieja carretera.

Durante muchos años las comunicaciones de la isla eran solo radiales saliendo de Palma y atravesarla transversalmente era empresa casi imposible hasta que llevaron a cabo la carretera Manacor-Inca. Pero esta carretera resulta ya insuficiente y hacen falta otras vías transversales para aliviar las radiales. Para ello existe ahora solo la Vía de Cintura de Palma y la mitad del Segundo Cinturón.

Y aquí es donde ahora surgen otra vez los problemas porque, paralizado durante años el Segundo Cinturón por desacuerdos políticos de la izquierda, la ciudad está sumida ahora en una completa saturación circulatoria. Y hasta que no se acabe el Segundo Cinturón, como mínimo hasta la carretera de Valldemossa, no se podrá descongestionar la Vía de Cintura, que está ya al límite, pero menos aún disminuir el tráfico en el Paseo Marítimo.

Ya ven pues cómo la irracional cerrazón ecologista al final ha condicionado el gobierno del Consell Insular y es actualmente la causa del caos. Pero puede ser peor si se llega a aprobar ahora un nuevo plan de carreteras.

El conseller podemita Iván Sevillano es, sin duda, un avanzado que se ha propuesto transformar Mallorca. Tanto, que la quiere convertir en una isla verde y resiliente que preserve su paisaje. A su manera, lo ha explicado con claridad meridiana: «Este futuro Plan de Carreteras de Mallorca será un plan que plantee un paradigma de carreteras». Pero por si no hubiera quedado este asunto suficientemente aclarado, ha advertido de que será un plan alejado de los grandes megaproyectos que defiende la derecha, ya que potenciará la red secundaria, y una ambiciosa planificación de carriles bici y peatonales.

Ahora el Consell de Mallorca, que preside la socialista Cati Cladera con la inestimable ayuda de Podemos y Més, ha decidido suprimir todos los grandes proyectos de carreteras previstos en el actual Plan, eliminando 26 variantes o vías de ronda pero, sobre todo, el Segundo Cinturón de Palma, entre la autopista de Inca y el Hospital de Son Espases. De igual forma desaparecerán del Plan los desdoblamiento en los tramos viarios Manacor-Sant Llorenç, Peguera-Andratx, Arenal-Cala Blava y polígono de Son Bugadelles «por criterios de movilidad sostenible y medioambientales».

Según el conseller Sevillano, los ejes de este nuevo plan son «la preservación medioambiental, territorial y del paisaje; la mejora de las carreteras secundarias de Mallorca en detrimento de los megaproyectos; el despliegue de viales cívicos, carriles bici y formas de movilidad sostenibles, y la dotación de mayor seguridad y fluidez al tráfico de la isla». Además, ha proseguido, «eliminará o sustituirá variantes y desdoblamientos por rondas urbanas y optará por pacificar los entornos urbanos y reducir los coches en los núcleos».

Así las cosas, si non e vero e ben trobato, el nuevo plan lo que en realidad conseguirá será el colapso total de la ciudad de Palma que tiene la mitad de población de los habitantes de Mallorca, porque -por falta de acuerdo entre el Ayuntamiento de Palma y Consell insular- si se limita el tráfico del Paseo Marítimo y se desvía hacia una Vía de Cintura ya saturada y, mientras tanto, no pueden darle al tráfico una salida a través del Segundo Cinturón, Palma va a quedar sumida en un auténtico caos. De lo que vaya a ocurrir en el resto de la isla, aunque tenga una importancia menor, tampoco va a obtenerse ninguna mejora.

Si no cambia el gobierno del Consell, este es el panorama a menos que tengan a bien reconsiderar esta negra situación que sin duda nos espera.

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