Madres trabajadoras
La igualdad no va de talleres de pancartas, de campañas contra el color rosa, de desdoblar la lengua hasta el ridículo, ni del uso interesado que en demasiadas ocasiones trata de hacer de ella cierta izquierda. Muy lejos de las obsesiones ideológicas de algunos, la igualdad en nuestro país tiene retos mucho más importantes para mejorar la vida y las expectativas de las mujeres. Hoy, que coincide en el calendario el Día del Trabajador y el Día de la Madre, creo que es el día para reivindicar a las madres trabajadoras.
Porque todavía hoy no lo tienen fácil. Porque son todavía ellas las que asumen la mayor parte del cuidado de los hijos, porque son todavía ellas las que piden reducciones de jornada, porque son todavía ellas las que piden excedencias o las que directamente renuncian a su trabajo. Porque la realidad es que todavía hoy muchas mujeres tienen que elegir entre ser madres y su carrera profesional. Y muchas veces, trabajar no es opcional.
Como mujer, como madre y como trabajadora, yo quiero que las mujeres elijan en libertad. Por supuesto, si quieren ser madres o no. Pero también que tengan todas las posibilidades para que aquellas que quieran serlo, puedan compaginar su carrera profesional con su maternidad.
Hemos avanzado en la ampliación de los permisos de paternidad en los últimos años. El último avance, del que me siento muy orgullosa de haber impulsado como Proyecto de Ley en el Congreso, la ampliación a 26 semanas de los permisos para las familias monoparentales, que evidentemente a día de hoy son mayoritariamente monomarentales.
Pero también tenemos que avanzar en los meses y años siguientes, cuando el hijo es aún muy pequeño y toca reincorporarse al trabajo, que es cuando suele llegar esa elección, que no puede venir condicionada por las circunstancias familiares o económicas de cada una, sino que la administración debe garantizar los mismos derechos para todas las madres.
Ante las dificultades de conciliar laboralmente, por el coste de la escoleta y para que nadie deba renunciar a su carrera profesional, es imprescindible la gratuidad de la educación de 0 a 3 años. Por eso, mi compromiso si el Partido Popular gobierna en Balears es destinar 30 millones de euros para la concertación de 10.000 plazas tanto públicas como privadas para garantizar esa gratuidad de 0 a 3 años. Y eso sólo en una primera etapa, que luego seguiríamos ampliando. Porque no es imposible: se trata del mismo modelo que ya ha puesto en marcha la Xunta hasta ahora presidida por Alberto Núñez Feijóo en Galicia. De eso va la conciliación y de eso va la igualdad.
Otros se llenan la boca, otros también lo prometieron, con grandes puestas en escena, pero la realidad es que después de siete años todas las familias siguen igual, teniendo que hacer cálculos de si les sale a cuenta hacer una jornada de trabajo completa por lo que supone el coste de una escoleta.
Naturalmente, la conciliación va más allá, por eso a través de nuestra Reforma Fiscal, además de ampliar la deducción por compra de libros de texto, ampliando el umbral de los actuales 25.000 euros hasta los 48.000 euros, con deducciones de 100 a 275 euros por hijo para beneficiar al máximo número de familias posibles, o de la nueva deducción por nacimiento o adopción en el IRPF de 800 euros por primer hijo, 1.000 euros por segundo hijo, 1.200 euros por tercero y 1.400 euros del cuarto en adelante, con posibilidad de cobro de manera anticipada; también proponemos ampliar la deducción por gastos de comedor, extraescolares o cuidados de 3 a 6 años del 40 al 50% y de 600 a 900 euros para menores de 30, familias numerosas y monoparentales.
Ahora más que nunca es el momento de apoyar a las familias, a todas, y en un día como hoy, reivindicar a todas esas madres que quieren seguir con su carrera profesional y a todas esas mujeres trabajadoras que quieren ser madres. Por partida doble hoy, feliz día a las madres trabajadoras.