Linchar a Cercas y blanquear a Pujol

Linchar a Cercas y blanquear a Pujol

Este fin de semana hemos vivido en Cataluña dos hechos que muestran la auténtica faz del separatismo: el linchamiento del discrepante y el blanqueamiento de los que consideran “suyos”. Ambos con el mismo protagonista, TV3. En la televisión de la Generalitat el sábado por la noche, en el programa que Andreu Buenafuente produce y Jaume Roures cobra, el FAQS, Javier Cercas fue entrevistado. Como a este popular escritor se le ocurrió decir cosas como que “España es una democracia, lo dicen todos los estudios de calidad democrática del mundo, todos sin excepción“, se armó la de San Quintín. Sobre todo, porque también dijo que Juan Carlos I paró el golpe de Estado del 23-F. No confundir con el golpe de Estado permanente que diariamente da la Generalitat, y TV3 narra con su lírica de los “presos políticos” y los “exiliados”.

Como Teresa Giménez Barbat ya lo ha explicado de manera brillante en una columna que publicó en OKDIARIO, no me voy a extender en cómo buena parte del separatismo se lanzó sobre Cercas, como si de una jauría se tratara. Cargos públicos independentistas insultándole, linchamiento en redes sociales, manipulación de unas declaraciones suyas… El tratamiento habitual del secesionismo para los que osan cuestionar sus mantras. Sobre todo, si se dicen en lo que consideran “su” televisión, TV3. De hecho, salir en la cadena de la Generalitat siendo crítico con el nacionalismo se ha convertido en un deporte de riesgo más peligroso que volar en parapente sobre un volcán en erupción.

Al día siguiente de la profanación de TV3 por parte de Cercas, se produjo otro hecho que molestó mucho menos al separatismo: un documental de cerca de una hora, emitido en prime time del domingo, se dedicó a blanquear la imagen del evasor fiscal Jordi Pujol. Al final, según se desprende viendo esta pieza de propaganda, la culpa del caso Pujol fue de las cloacas del Estado encarnadas en el ex comisario Villarejo. Uno de los hijos del ex molt honorable Josep Pujol Ferrusola, dijo cosas como que “fue una investigación policiaca sin autorización judicial. Que fue como decir ‘señor Villarejo, haga usted lo que sea, pero encuéntrele algo a esta gente’. Y con chantajes a banqueros andorranos, con sobornos, con procedimientos dudosos de legalidad consiguieron una información que era cierta, que algunos miembros de mi familia tenían dinero en Andorra”.

Josep Pujol Ferrusola fue el auténtico protagonista de un presunto documental, en realidad un larguísimo spot publicitario para blanquear la imagen de su padre, en el que se despachó con otras afirmaciones del tipo “Villarejo me dijo que si tu padre cambia su talante y se declara constitucionalista, unionista, esto se acabará” o “posiblemente si no hubiera habido el procés no se hubieran volcado tantos esfuerzos”. De hecho, define a su padre como naif, y es lo más duro que dice sobre él. Por supuesto, tiene que haber colaboradores necesarios, y un periodista de La Vanguardia definió así la labor de El Mundo, el diario que destapó el escándalo: “La policía ha obtenido la información de modo ilegal o alegal, y no puede ir a un juzgado y decir que tienen esto y lo hemos de investigar. Y buscan un diario amigo que no pregunte mucho y lo publique”.

Un molt honorable con dinero en Andorra que es naif, un periódico del siempre malvado Madrit que colabora con investigaciones ilegales o alegales de la policía, el turbio Villarejo de por medio y ya tenemos un rico cóctel exculpatorio. No existió el caso Pujol, no hubo negocios turbios de la familia del ex presidente de la Generalitat, ni evasión fiscal, fue una operación del Estado para atacar al ilusionante proyecto de República Catalana de los ocho segundos. Porque en el reportaje se habla de algunos negocios poco claros de otro hijo, Jordi Pujol Ferrusola, pero al final quedan sumergidos en la pócima blanqueadora que tiene como lema “todo fue un montaje de las cloacas” y al que solo le faltó añadir el “España nos roba”. TV3 lava más blanco, aunque el hedor que deja en las prendas aparentemente limpias sea insoportable.

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