La indignidad e indecencia de un presidente

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Cuando las palabras ya no sirven para calificar hechos, es que entramos en algo que probablemente roce el diálogo con marcianos. Es imposible de entender que un primer ministro europeo haya procedido de una manera tan burda e irrespetuosa anunciando una posible retirada y durante cinco días tratar de dar pena a los españoles para volver plebiscitariamente en loor de multitudes –salvo que lo logrado es un fracaso histórico y sin precedentes a la llamada a la manifestación con autobuses financiados por su partido–.

El caso es que no logra su perverso objetivo, más bien obtiene un apabullante ridículo y, a cambio, los medios internacionales le califican ya para siempre, habiendo destapado el mismo la corrupción, involucrando a su mujer, aunque no fuera su objetivo, y que según los medios libres invade su propia casa, y todo ello gracias a  él mismo. Se queja de bulos de la derecha y extrema derecha pero no da explicaciones de su corrupción y no se querella contra nadie por difamación o mentira tras las gravísimas acusaciones hechas por los medios públicamente.

Pero, sin embargo, tiene la osadía de ir a ver al Rey, que es el jefe del Estado, para decir que continúa, en actitud plenamente reprochable, como ya apuntara maneras días antes en Alcalá de Henares, en posición desafiante e incalificable. No es casual recibir desafiante al Rey en Alcalá de Henares y, sin educación alguna y días después tras pasar por un descanso voluntario de cinco días, ir a ver al Rey haciendo que dimite, presentándose ante los españoles manteniendo el suspense…

Sale de la Audiencia Real y se permite mantener la incógnita mientras habla de puntos y aparte, de ataque ya definitivo a la judicatura y de ataque a los medios de comunicación libres, para sobre la marcha confirmar su continuidad.

No hay precedentes no sólo en Europa sino en el mundo civilizado que pueda mirarse en nada de lo descrito. La sobreexposición de barbaridades es de tal naturaleza que nunca más los medios internacionales más prestigiosos van a hacer recuperar la perversa imagen del primer ministro español. Para aderezar todo ello en estos últimos días, el juez ordena a la UCO que investigue las actividades corruptas de la mujer del presidente del Gobierno.

El Gobierno propone como consejero de Telefónica al coautor de la tesis fake, y un ministro nuevamente abre una crisis con Israel y otro con Argentina. El Senado reprueba al fiscal general del Estado, el Tribunal Supremo anula el nombramiento de Dolores Delgado desautorizando al fiscal general nuevamente, y éste se enroca desafiante. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid abre una causa contra los fiscales por filtrar datos del novio de Ayuso, y el Constitucional avala la sanción penal para las personas que acudan a rezar a las puertas de las clínicas abortistas. Para colmo, una descoordinación digna de un país tercermundista en relación a la OPA bancaria que haría dimitir sobre la marcha a los dos o tres ministros, vicepresidenta incluida, involucrados, y cuya irresponsabilidad total no los mantendrían en su cargo ni en el ultimo país del mundo.

Acabamos de saber que el asesinato de los guardias civiles en Barbate ha girado posiblemente hacia un marroquí como autor. Recordemos que el presidente del Gobierno ni dio el pésame ni apareció por Barbate: prefirió ir a una fiesta. No hay explicación de lo que ocurre con Marruecos y se oculta dolosamente a los españoles de manera gravísima.

Cuando la indignidad y la indecencia son los atributos de alguien es imposible sacar nada provechoso o positivo, simplemente imposible. Cuando la ausencia de la más mínima moral preside el comportamiento de una persona, jamás podrá lograrse nada con ella; es más, será tóxico y perverso todo lo que toque.

Elecciones en Cataluña, el domingo. Llamada ejemplar de Nicolás Redondo y Teresa Freixes, en Barcelona, hace tres días, junto a muchísimas organizaciones de la sociedad civil, a ser responsables y votar a quien respeta y cumple la Constitución. Hoy el partido socialista está secuestrado por quien no tiene escrúpulos y por quien ha comprado siete votos a un prófugo de la Justicia y también a quien tiene listas electorales ensangrentadas. No representa a esta formación que fue clave, junto a las demás, en la reconciliación, en la Transición, en el abrazo fraterno de todos los españoles, en la Constitución y en la llegada de una democracia ejemplar.

Hay que actuar, por tanto, en consecuencia. Un presidente de Gobierno que arrastra a su partido con una ley de amnistía anticonstitucional y que está redactada por un prófugo de la Justicia en el extranjero y con mediador de guerrillas, para lograr esos necesarios siete votos, no merece la confianza de nadie. Cataluña no merece esa indignidad e ignominia. El resto de España y toda Europa no merecen este atentado directo al corazón de la democracia.

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