La independencia muere, la ‘famiglia’ aumenta

La independencia muere, la ‘famiglia’ aumenta

Cuando encaramos días decisivos en el supuesto fin de independentismo ningún análisis es claro. Ahora mismo, con la ruptura entre el PSOE y ERC por la toma de la iniciativa por los radicales, todo puede pasar. El aumento de VOX en Andalucía ha puesto el freno en las expectativas pactistas del PSC en Cataluña. Como verán, he usado las siglas PSOE para hablar de ruptura y las siglas PSC para hablar de pacto. No todo el Madrid socialista cree ya a Miquel Iceta.

Son días decisivos y podríamos incluso ver muertos sobre la calle. La vía eslovena, la vía Torra o la fidelidad a la causa han caído en picado. Fueron fruta de una tarde de otoño. Sólo paseándose por cualquier acto independentista, por ejemplo de los CDR, uno no sólo ve el hastío sino incluso la clara disminución de su número. Hay actos donde apenas superan el centenar de personas. Aunque nunca debemos equivocarnos. Aún estando en declive todavía pueden incendiar las calles. El camino al día 21 de diciembre es todo un reto de inteligencia.

Si la independencia muere, la famiglia aumenta. Nadie duda de que hay mucha gente que no sólo vive del procés, sino que ha hecho de Cataluña su forma de vida. Se ha intrincado en la sociedad de una forma ciertamente mafiosa que recuerda los tiempos más duros del sur de Italia. Si antes era algo conocido, ahora es algo descarado. Y todos esos han sustituido los gritos en la calle por el sueldo de la Generalitat a final de mes. Por eso, destruir la independencia se ha convertido ahora en algo sin importancia. Muerto en la calle el procés, ahora la lucha es por perder el dinero público a final de mes. Gabriel Rufián o Joan Tarda bien saben de qué hablamos.

Pero lo que no sabemos es peor. Uno se sorprendería de ver las relaciones familiares en la Generalitat. Un ejemplo nuevo, el dos de la Conselleria de Interior y responsable directo de los Mossos, Braulio Duarte —por cierto valenciano— tiene a su hermano, Arthur Duarte, como dueño de dos empresas, al menos, con más de 60 contratos de la Generalitat estos años por más de 7 millones de euros. Algunos, curiosamente, justo al límite de los 18.000 euros para ser concedidos a dedo, y otros, no tan curiosamente, concedidos desde la ‘Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, SA’ presidida por su hermano. Al final, pregúntense, ¿para qué la Independencia si ya tenemos a la familia colocada?. Esto no va de independencia, va de familias. Y, como la vida misma, uno nunca llora por todos los muertos de Cataluña, uno sólo llora por los muertos cercanos. El procés nunca se cerrará hasta que se desmantele el sistema mafioso donde está instalado Cataluña. El resto, un brindis al sol para cobrar una nómina cada mes.

Lo último en Opinión

Últimas noticias