El incierto horizonte económico
El secretario general del Partido Socialista, Pedro Sánchez, ha formado su Gobierno. Dentro de él, entre las carteras económicas destacan tres: Hacienda, con María Jesús Montero; Economía, con Nadia Calviño; y Trabajo, con Magdalena Valerio. En torno a dichas ministras girarán algunas de las cuestiones y decisiones que influirán, para bien o para mal, en el horizonte económico de España.
De esta forma, en Hacienda, la ministra Montero tiene por delante varias arduas tareas; en primer lugar, gobernar con los presupuestos del PP, que tanto criticaron los socialistas, pero que asumieron para llegar al Gobierno. En ese escenario, ha dicho que, de momento, no llevará a cabo subidas de impuestos ni tocará el cupo vasco. Ahora bien, ha anunciado que su principal objetivo será sacar adelante los presupuestos de 2019, para lo cual las mayorías existentes pueden ser muy endebles. Por otra parte, tiene pendiente la reforma del Sistema de Financiación Autonómica, imprescindible, que no resultará nada sencillo.
Nadia Calviño, como titular de Economía, será quien represente a España en el Ecofin y quien rinda cuentas ante Bruselas por el cumplimiento o incumplimiento de los objetivos de estabilidad. Su rigor y experiencia en la burocracia de la UE deberían hacer que el Gobierno se marcase como objetivo el cumplimiento del pacto de estabilidad, pero las medidas que el PSOE desearía llevar a cabo chocan con esa austeridad necesaria para dicho cumplimiento.
En cuanto a Trabajo, Magdalena Valerio parece decidida a acabar con la reforma laboral de 2012, que tan buenos frutos ha dado, al flexibilizar el mercado de trabajo e incentivar, así, la contratación. Una vuelta atrás en este espacio sería nocivo para la economía española. Todos ellos, son los retos económicos principales que hay por delante. Del acierto en ellos, dependerá, en gran medida, el devenir económico de España en los próximos años. Por lo tanto, por ahora el contexto resulta un tanto incierto.