Impuestazo perverso
Las medidas que propone Podemos Euskadi retraerían hasta la parálisis el desarrollo empresarial en la comunidad autónoma vasca. En un mercado globalizado y tan extremadamente competitivo como el que nos circunda, una cuota de transferencia de capitales haría que las empresas se movieran hacia otros territorios donde no tuvieran que pagar ese impuestazo. Un hecho que provocaría un evidente retroceso en la economía del País Vasco, estancaría su mercado laboral y extendería una pertinaz pauperización del poder adquisitivo de sus ciudadanos. Esta medida intervencionista sigue la línea de Podemos a nivel nacional. El partido dirigido por Pablo Iglesias demoniza la libre circulación de capitales por considerarla enemiga directa de la democracia y defiende este tipo de iniciativas como una eficaz medida recaudatoria. Algo que choca contra la realidad. Quizás en primera instancia diera resultado pero a medio y largo plazo —clave en la economía— fomentaría la carencia, ya que las operaciones caerían en picado.
La propia Comisión Europea recogió una propuesta de este tipo en 2011 pero jamás se ha atrevido a ejecutarla, consciente de que puede ser una rémora insalvable para la economía de la Eurozona. Este contenido programático que Podemos Euskadi ampliará este miércoles resume la esencia electoral que ha intentado instaurar desde el principio Pili Zabala. La candidata a lehendakari por el partido morado ha planteado una política de corte aislacionista, radical e independentista. Sobre todo de cara a su relación con España. Zabala ha demandado que el País Vasco debe ser reconocido como «nación», algo en lo que ha estado apoyada desde el principio por el propio Pablo Iglesias, partidario de un referéndum excluyente y dirigido únicamente a los vascos. En pleno siglo XXI, e integrados en Europa, el camino de Euskadi tiene que ir invariablemente de la mano de España y asentado en ideas e iniciativas que lo consoliden como la sólida región que siempre ha sido.