El hipócrita ‘perdón’ de Sánchez: avaló la ley de Igualdad sabiendo sus consecuencias
Hace unos días, engolando la voz y sobreactuando como sólo Sánchez sabe hacer, el presidente del Gobierno pidió perdón a las víctimas de agresiones sexuales por las trágicas consecuencias de ese bodrio legal que comunmente llamamos ley del sólo sí es sí, el proyecto legislativo más dañino de la democracia española y que se ha sustanciado, por el momento, con las rebajas de pena para casi 1.000 agresores sexuales y con la libertad de más de 100. Era una puesta en escena de lo más grimoso, porque Sánchez ha tardado siete meses en pronunciarse y sólo lo ha hecho en precampaña electoral, consciente de que el asunto puede volverse en las urnas en contra del PSOE.
Pero lo que no cuenta Pedro Sánchez es que aprobó la ley sabiendo perfectamente que suponía una rebaja de las horquillas penales para los delitos sexuales. Y sabiendo perfectamente que, según un informe del Ministerio del Interior, que hasta el 71,43% de los condenados por un delito contra la libertad sexual que reinciden lo hacen en los cinco primeros años tras la excarcelación, y hasta un 57,14% en los tres primeros años. Ese informe advertía de la particular reincidencia de los agresores sexuales a largo plazo, señalando que «los porcentajes de reincidencia que se producen tras los cinco primeros años de la excarcelación no resultan despreciables y en el caso de delitos graves como los cometidos contra la libertad sexual pueden sugerir una reflexión sobre la intervención con este tipo de delincuentes y su seguimiento».
O sea, sabía que la ley implicaría rebaja de penas y sabía que los delincuentes beneficiados por la norma tenían un alto riesgo de reincidencia. Dicho de otro modo: pudo desactivar la bomba de relojería y, conscientemente, no lo hizo. Jamás podrá excusarse Sánchez en que no podía imaginar lo que estaba por venir. Y no podrá porque los informes están ahí, para vergüenza de un presidente que ahorra derrama lágrimas de cocodrilo.
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