Hasta para mentir, ministra, hay que echarle un poquito de Alegría

Este «pseudomedio» -calificativo que nos regaló la ministra portavoz, Pilar Alegría, y que recibimos con indisimulado orgullo- tenía razón en sus informaciones relativas al destrozo que José Luis Ábalos, a la sazón ministro de Transportes, causó en la suite del Parador de Teruel en septiembre de 2020, en plena pandemia, al que acudió con un grupo de prostitutas. La hoy ministra, qué casualidad, pasó la noche en el mismo parador, pero en los últimos días ha tratado de ponerse de canto y negar la evidencia, al tiempo que nos dedicaba los clásicos calificativos a los que recurre el PSOE cuando le sueltan, como hizo OKDIARIO, la verdad a la cara.
Nos importaría una higa conocer dónde duerme Pilar Alegría si no fuera porque pernoctar aquel 15 de septiembre de 2020 en el Parador de Teruel la convertía en testigo privilegiado de los hechos. Es imposible haber estado en el establecimiento hotelero el mismo día de la obscena juerga de Ábalos y no haberse enterado de nada. Claro que se enteró, pero guardó un silencio cómplice y encubridor durante más de cuatro años, como guardó silencio y encubrió las indignas andanzas de Ábalos el hoy ministro de Transformación Digital, Óscar López, entonces presidente de Paradores. Los dos tuvieron conocimiento inmediato de lo acaecido y los dos, qué casualidad, negaron la evidencia acusando a OKDIARIO de «pseudomedio».
Al final, Pilar Alegría se ha rendido a la evidencia y ha tenido que reconocer que sí durmió en el Parador de Teruel la fecha de autos. Normal. Este «pseudomedio» dijo la verdad y la ministra se subió a lomos de la mentira hasta que el cúmulo de patrañas vertidas ha terminado por descabalgarla. Seguirá siendo ministra, porque encubrir a un putero -que es lo que hicieron Óscar López y Pilar Alegría- te abre de par en par las puertas del Consejo de Ministros. Que sigan. Han quedado retratados. No vamos a pedir su dimisión. ¿Para qué? Además, no imaginan la honda satisfacción que nos provocan sus insultos.