Hasta los amigos de Irene Montero en la ONU echan pestes de la ley del ‘sólo sí es sí’
Cómo será la cosa que hasta la ONU ha condenado la aberrante ley del sólo sí es sí. Y decimos que hasta la ONU, porque ya se sabe que en Naciones Unidas habitan algunos de las más conspicuos fans de Irene Montero y su séquito. Una delegación encabezada por la inefable secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez Pam, viajó a Ginebra recientemente para vender los avances de su departamento en materia de igualdad y violencia contra la mujer. Montero y su séquito pensaron que saldrían a hombros, pero la realidad es que durante el examen los expertos de Naciones Unidas plantearon varias críticas a la delegación española, entre ellas, las rebajas de condena que ha provocado la ley. O sea, que se las prometían muy felices y salieron trasquiladas. Y es que Nicole Amelina, que fue ministra de Igualdad de Francia y miembro de Cedaw planteó los «desafíos» que aún tiene España en varios ámbitos y llamó la atención sobre el «alivio» a los violadores que ha supuesto la norma impulsada por Montero. La experta aseveró que el Senado había tenido que «rectificar» la ley y tachó la reducción de condenas de «completamente contraproducente».
Lo peor es que, en lugar de asumir el error, la delegación española -que no se esperaba el varapalo- hizo lo de siempre: la delegada del Gobierno contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, se dedicó a deslegitimar a los jueces y calificó de «muy alarmistas» las informaciones sobre la reducción de pena a agresores sexuales que, enfatizó, habían sido «condenados con las viejas leyes». Es más, Rosell llegó incluso a afirmar que en España, antes del sí es sí, se «imponían penas mínimas a agresiones sexuales en supuestos muy graves». Todo una catarata de mentiras que, por fortuna, no colaron, porque se fueron a Ginebra a buscar el capote de la ONU y lo que se llevaron fue una tremenda cornada.