Un gran desfile para un gran país
El desfile de este año ha estado a la altura de la celebración. La ministra de Defensa, Margarita Robles, se puede sentir satisfecha de la labor realizada junto a su equipo el día de la Fiesta Nacional. A pesar de las dificultades climatológicas que han protagonizado las primeras horas del día en Madrid —y que han provocado la cancelación de la práctica totalidad del desfile aéreo— el Paseo de la Castellana ha presentado un aspecto inmejorable. Por ahí han desfilado 4.000 militares de los tres Ejércitos y 152 vehículos, además de efectivos de la Guardia Civil, Policía Nacional, Protección Civil y Salvamento Marítimo. Todos unidos para reivindicar la propia unidad de España. Una unidad que está perfectamente representada por Felipe VI. El jefe de Estado, una vez más, ha sido recibido con aplausos y vítores por las miles de personas que han acudido al desfile militar.
El Rey es una figura imprescindible en el actual contexto de España. Hace un año, tranquilizó a la población y ofreció todo su respaldo cuando salió al paso del golpe de Estado que los independentistas catalanes habían tratado de consumar. Este viernes, y junto a la Princesa Leonor, ha presidido los actos centrales del 12 de octubre. Su presencia es preferencia en cada lugar al que acude —después de la recepción en el Palacio Real ha viajado a Mallorca para visitar a los afectados por el desastre natural—, algo que se ha ganado por derecho propio. El Monarca es un seguro institucional en estos tiempos de inestabilidad política y fragilidad gubernamental. Los aplausos que ha recibido han contrastado con los abucheos a Pedro Sánchez, cuya escasa representación parlamentaria le hace depender demasiado del apoyo de los independentistas catalanes y nacionalistas vascos y de los comunistas de Podemos. Algo que, dadas las dudas que se ciernen sobre el futuro político y económico del país, causa el lógico desasosiego entre los ciudadanos.
No obstante, el 12 de octubre debe ser una fecha para unir más que para separar, para reivindicar las múltiples facetas en las que España es referencia: solidaridad, ayuda humanitaria, investigación médica, deporte o innumerables disciplinas artísticas, por citar algunos de los sectores más destacados. Una imagen sólida y poliédrica que representa a la perfección Felipe VI y que, de manera singular, ha estado encarnada en esta jornada por la propia Margarita Robles, quien ha cantado con entusiasmo ‘La muerte no es el final’ en honor a los caídos. España seguirá siendo lo que es, un gran país, mientras desde las instituciones se persevere en el cumplimiento del mandato constitucional sin complejos ni peajes. Con eso, y unidos, el futuro de los españoles siempre será mejor.