Los ‘fachi blinders’

Diego Vigil de Quiñones
Los 'fachi blinders'

Publica este martes OKDIARIO una entrevista al candidato de Vox en la comunidad autónoma de León y Castilla la Vieja. Precisamente García- Gallardo es uno de los protagonistas de las fotos tomadas el pasado viernes en León, las cuales han dado lugar a una nueva y estúpida polémica en redes: el caminar decidido en ruda vestimenta invernal de los protagonistas llevó a que el dúo humorístico Pantomima Full comparase a los líderes de Vox con los personajes de la serie Peaky Blinders.

A continuación, diversos usuarios replicaron la idea con variaciones (Fachi Blinders, Peaky Blinders de marca blanca), el candidato a la desaparición de Ciudadanos Francisco Igea quiso aprovecharla en serio, y la prensa comunista daba noticia del tema (confirmando así lo escasa que anda de contenidos propios). Como no podía ser de otro modo, el propio Vox sacaba partido del asunto en algún tuit gracioso en el que Macarena Olona aceptaba la comparación y el Senador González-Robatto le decía a Igea que vaya limpiando el despacho.

El asunto no pasaría de la mera anécdota si no fuera por lo que es capaz de significar. Y es que la polémica se produce a la vez que Vox alcanza el empate técnico con el PP según el último panel de Electomanía. Un resultado que se logra gracias la victoria en todas las circunscripciones de la costa sur peninsular desde Valencia a Huelva. ¡Todas! Se diría que la ciudadanía de esos lugares se siente amenazada por algo, y que confía más en los fachi blinders para repeler la “amenaza fantasma” que en los que se acomplejan de desplegar fuerzas militares o pactan con los del no a la guerra.

Por otro lado, la imagen de los líderes de Vox caminando cual banda luchadora dio lugar a comentarios inteligentes: la periodista Isabel Morillo decía que «cuando un partido tiene una estética reconocible y que incluso triunfa entre un sector de los jóvenes, tiene una marca muy potente. Moda Vox. Entre un sector de los jóvenes sevillanos, arrasa. Así que si fueran mis adversarios me reiría menos».

Y es que, en efecto, el problema es ese: tanto en el fondo como en la forma, el fenómeno Vox desborda tanto a la ultraizquierda hegemónica como a los boomers del centro exquisito y la derechita pompier (señalo a los boomers porque hay un evidente componente generacional). Y tan nerviosos están, y tan evidente es que los hechos les ponen en evidencia, que necesitan hacer el inútil con argumentos tan débiles como que los líderes de Vox parecen una banda de matones. Torpe manera de combatir algo en política, cuando el electorado pide argumentos.

Hace poco, un sesudo analista llamadoJavier Ortega Elduque (nada que ver con el secretario general de la cosa) decía que a Vox se lo están poniendo en bandeja los hechos y la actitud ante los mismos de los demás partidos. Señalaba en concreto la torpe respuesta a la pandemia, las restricciones iliberales de personajes como Feijóo y Mañueco, la incapacidad de PP y PSOE para frenar la pobreza y la desigualdad, o la creciente derrota ideológica de una izquierda más preocupada por el clima y el género que por la realidad de los desfavorecidos. Tal vez en esta realidad material de fondo esté la explicación de que el ataque a Vox se centre en su estética y no en argumentos. Como no espabilen, me parece que los fachi blinders les van a dar más de una sorpresa el nuevo ciclo electoral…

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