PRIMERA LÍNEA

Encuentros en Santuario

Encuentros en Santuario

Encuentros en Santuario es un hermoso encabezamiento que tiene que ver con una iniciativa de Societat Civil Balear que nació entre las paredes de un local palmesano, más próximo a un bar de meriendas que otra cosa, que fue en realidad inspirador de algo así como unas tertulias que acaban de nacer.

La ciudad de Saint Augustine, en el condado de San Juan de Florida en los EEUU, fue fundada el año 1565 por el almirante español Pedro Menéndez de Avilés y considerada la ciudad de origen español y europeo más antigua del continente americano. Su génesis es harto significativa, y motivo de que un bar en las cercanías de La Rambla de Palma hoy se llame Santuario.

El nombre no es casual porque la ciudad de San Agustín, próxima al estado actual de Carolina del Sur, a partir del siglo XVII fue considerada santuario de libertad para los negros que huían de la esclavitud británica y no ellos en exclusiva sino también de originarios de Menorca siendo colonia británica, que fueron invitados con falsas promesas a viajar a La Florida, para acabar siendo ellos mismos esclavos. El almirante Pedro Menéndez de Avilés fue quien movió los hilos para animar a estos descendientes de menorquines a huir de la esclavitud e instalarse en libertad y con propiedades, al objeto de participar en la construcción del Castillo de San Marcos, importante legado de la arquitectura militar española en América.

Da testimonio de ello la Real Cédula de Carlos II de España firmada el año 1693 expresando su voluntad de que «dando libertad a todos sea testimonio de mi liberalidad y dé lugar a que otros hagan lo mismo». El nacionalismo separatista pancatalán, en cambio, decidió en su relato que la ciudad de San Agustín –de la que el bastión de San Marcos era vital- fuese construida por catalanes. Nada más lejos de la realidad y además una insultante falsedad.

En la pared de este local, próximo a La Rambla, se narra el episodio de una manera sucinta aunque esclarecedora. Santuario, el bar en cuestión, no es que levante pasiones por su arquitectura, y si me apuran por su cocina –que tal vez sí-, pero a cambio la propiedad ha querido recordar aquellos lejanos acontecimientos, hoy tergiversados por la colla indepe a la que tanto gusta tocarnos los bemoles. Debido a tal casualidad nace Encuentros en Santuario y, corrigiéndome, las tertulias aludidas en realidad son reuniones periódicas de los miembros de la comisión creada por Societat Civil Balear e inspirada en el valor simbólico que entraña lo narrado y reproducido en la pared.

Debido a ello, o como consecuencia de ello, una reunión de estudiosos en sintonía con los objetivos de Societat Civil Balear han acordado reunirse periódicamente para tratar estos temas en privado para después exponerlos a la opinión pública en conferencias avaladas por personas de reconocido prestigio. Cinco son los capítulos a tratar: rebatir las mentiras de la Ley de Memoria Democrática, combatir la Leyenda Negra, denunciar el expolio catalán, retratar la tergiversación de los libros de texto y además poner en evidencia los silencios de la izquierda sobre la Guerra Civil en Baleares.

El estreno público se producía días atrás, presentando el libro 40 Años de Expolio Catalanista de Baleares del que es autor Mateo Cañellas y además contando con el apadrinamiento del diplomático Inocencio Arias.

Combatir los silencios interesados en la Ley de Memoria Democrática es otro de los objetivos perseguidos desde los Encuentros en Santuario.

El asunto no es menor, pues ante la proximidad de las elecciones del 28 de mayo el caballo de batalla va a ser el martirologio de Aurora Picornell sin mencionar que previamente estaba en busca y captura, nada menos que por las autoridades de la II República, y qué decir de la crónica del desembarco en Porto Cristo por las milicias de la Generalitat de Catalunya, ignorándose los fusilamientos que tuvieron lugar durante esta operación. De eso nada se habla. Ni siquiera el Ministerio de la Guerra tenía noticias de la operación ¿Cómo fueron las tropelías en Menorca, orgulloso bastión de la izquierda?

Tropelía, nos dice la RAE, es el «atropello o acto violento, cometido por quien abusa de su poder». Porque en aquellos aciagos días, las tropelías se produjeron en los dos bandos enfrentados. De ahí, la reconciliación del 78 entre nuestros padres y abuelos. Aunque hoy el PSOE haya decidido mirar hacia la extrema izquierda y condenarnos de nuevo al enfrentamiento.

La sociedad balear puede estar anestesiada con el beneplácito de los medios de comunicación apesebrados. Pero Societat Civil Balear, para sobrevivir, jamás se ha planteado depender de las subvenciones públicas, sino abrirle los ojos a la ciudadanía sobre lo que nos jugamos en el envite. Por encima de todo, credibilidad. Algo de lo que carece el Pacte de Progrés.

El objetivo es divulgar la verdad y darla a conocer enfrentados a la corrección política que solamente busca un relato cerrado en sí mismo. Se comprará, o no se comprará esta alternativa, aunque como sociedad mucho nos jugamos en ello. Convivir en armonía y concordia sin ir más lejos.

Demasiadas mentiras han sido propagadas en defensa de la supuesta verdad revelada por la izquierda. De manera que mucho nos jugamos el 28M y lo que nos aguarda es un incierto futuro. Las crónicas hablan de un avance de la contestación social a tanto despropósito, aunque silenciado por la prensa apesebrada que insiste en la anestesia sociológica como la solución para su supervivencia. Una vergüenza para quienes hemos vivido el periodismo de manera muy distinta: el cuarto poder que vela por los ciudadanos.

El relato de San Agustín en las paredes de Santuario, el bar, podría ser eliminado si se reedita el Pacte de Progrés. Porque no conviene despistar.

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