Elegía a Mr. Jones

Elegía a Mr. Jones

En los últimos tiempos, desde que el uso de internet se ha generalizado, la información política ha sufrido un profundo cambio. Vemos cómo los medios ya no compiten sólo entre sí, lo hacen también, e incluso más arduamente, con las publicaciones de muchos «particulares» en las redes sociales. Además, la conexión permanente a través de móviles o tabletas obliga a una constante actualización de los contenidos. Esto hace que lo actual sea efímero y la realidad que se nos presenta en los digitales desconcertantemente mudable. Lo cual, en la difícil y singular crisis sanitaria que estamos sufriendo se exacerba sin control.

Los medios audiovisuales no escapan de ese entorno propicio al sensacionalismo, circunstancia que aprovecha con habilidad la izquierda populista que gobierna nuestra nación tal y como venimos comprobando a diario. Y precisamente por todo lo expuesto, las televisiones y las radios públicas deberían ser en estos momentos el principal referente informativo, relatando lo que sucede con neutralidad y objetividad, sin caer en el sectarismo ni en la agitación. El periodismo, en un medio en el que el servicio a la comunidad es su única razón de ser, debería centrarse, parafraseando a Chesterton, en informar de la muerte de Mr. Jones a gente que no sabía que existía Mr. Jones, sin caer en opiniones premeditadamente deformantes.

En la primavera del pasado año nos sumamos a un acuerdo con otras fuerzas políticas en la esperanza de que la RTVA dejase de ser un grosero instrumento de propaganda del PSOE andaluz. Dentro de poco más de un mes va a hacer un año del nombramiento de Juan de Dios Mellado como director general de Canal Sur, y no podemos hacer más que una valoración muy negativa de su actuación al frente del ente público. En apenas una semana, hemos visto cómo en sendos espacios informativos de esa cadena se han apostrofado gravemente dos intervenciones en el Congreso de los Diputados de nuestro presidente, Santiago Abascal, y del portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, tachándolas de propias de la «extrema derecha» o directamente franquistas. Y ello, por supuesto, sin justificar ni argumentar siquiera mínimamente tales calificativos.

A todo ello se ha sumado un nuevo exabrupto del consejero Pradas, con ataques directos a profesionales de los servicios informativos únicamente por no ser afectos a su partido, sin que el señor Mellado se haya dignado a defender su trabajo, como sí hiciera con entusiasmo y a bombo y platillo hace unos meses para contestar unas declaraciones de quien suscribe, en una clara extralimitación de funciones dado su nombramiento por el Parlamento.

Sabíamos que la tarea para la que fue elegido director general era dura y compleja. Tras décadas de férreo control socialista y de los sindicatos ‘amigos’ nadie pensaba que pudiera gestionarse fácilmente el necesario cambio. Pero hoy en día somos muchos en Andalucía los que pensamos que en Canal Sur continúan haciéndose las cosas como antes. No se respeta la pluralidad y la escora hacia la izquierda pervive como marca señera de la casa. Si no se ve con fuerzas para capitanear con valentía este viaje, lo correcto es que el Sr. Mellado dé un paso al lado y que otro se encargue. En Vox paciencia nunca es sinónimo de resignación, y si no se pone remedio prontamente mañana exigiremos lo que hoy solicitamos.

 

Alejandro Hernández Valdés es portavoz del Grupo Parlamentario de Vox Andalucía

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