El ejemplo Fainé
Un banquero español y catalán, catalán y español, Isidro Fainé, tan discreto como eficaz y realista, al frente de la Fundación «la Caixa», e histórico en la entidad que dirige hace muchos años, es, quizá, uno de los hombres que desde el silencio, la ausencia de protagonismo y la ausencia de algarabía mediática, más hace por paliar las necesidades sociales del país.
Su fundación, que se nutre de los beneficios de CaixaBank, va a dedicar en el presente año la friolera de 538 millones de euros al desarrollo de programas sociales, 23 millones más que en el anterior ejercicio. En este sentido, hay que subrayar aquellas iniciativas que luchan directamente contra la pobreza infantil, una de las obsesiones de Fainé, porque al contrario de lo que algunos pudieran pensar, él viene de una familia humildísima en su Cataluña natal.
Otro de sus objetivos desde siempre ha sido la creación de empleo para colectivos en dificultades, envejecimiento activo o la atención a personas con enfermedades avanzadas. «Es precisamente en momentos difíciles como los actuales, ha dicho el presidente de la Fundación, cuando tenemos que estar más cerca de toda la sociedad, especialmente, de aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad… Ellas son el centro de nuestras preocupaciones y su bienestar… Queremos dejar bien claro que nuestro propósito como Fundación «la Caixa», no es otro que el desarrollo social y humano, el progreso colectivo, y el bienestar de cada persona considerada y tratada como individuo…».
Para aquellos que no quisieran enterarse, el presidente Fainé y su Fundación va a poner al servicio de la sociedad española esos casi 600 millones de euros porque detrás hay una empresa que funciona y nutre a su parte social. Sin que coste un euro al contribuyente ni al erario público. Decididamente, se puede repartir cuando se crea riqueza. Y todo ello sin declaraciones grandilocuentes, ni parafernalia vana. Dando y repartiendo grano al que lo necesita. ¡Hechos sociales sin alardes!