Día de la Mujer de Extrema Izquierda

Día de la Mujer de Extrema Izquierda

En 1911 se comenzó a celebrar el Día de la Mujer Trabajadora, a propuesta de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. En 1975 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, eliminando lo de trabajadora, para potenciar la igualdad entre mujeres y hombres en todos los ámbitos sociales. Llegados a 2022 se hace necesario volver a cambiar la denominación y renombrarlo como Día de la Mujer Comunista o quizá, para que no protesten los nostálgicos anclados en el marxismo del siglo XX, la lucha de clases, la expropiación de la propiedad privada y la dictadura del proletariado; se le podría llamar Día de la Mujer de Extrema Izquierda, que quizá define mejor este socialismo del siglo XXI que ya no quiere renunciar ni al iPhone ni al Netflix pagado por papá y se ha olvidado de ese rollo sucio y despeinado de la lucha del proletariado.

Una mujer comunista del siglo XXI ya no se preocupa de algo tan gris como es la propiedad de los medios de producción, sino que se ha adaptado al colorido de la Agenda 2030 y se ha hecho ecologista del cambio climático, animalista y vegana; intercultural y racializada a lo Black Lives Matter; anticristiana, antijudía y proislam; abanderando la ideología de género y la teoría queer. Había que sustituir la lucha de clases que, tras la caída del muro de Berlín, ya no podían negar haber perdido por el visible fracaso de todas las economías socialistas, por otras luchas más modernas y vistosas que les permitieran seguir viviendo del enfrentamiento continuo entre buenos (ellos) y malos (nosotros). Como en el comunismo, la extrema izquierda actual sigue queriendo transformar la sociedad tratando de acabar con la familia como cimiento de nuestra organización y sigue teniendo como enemigos a la libertad y a la propiedad. Los métodos han cambiado, pero los objetivos siguen siendo los mismos.

Este 8 de marzo en Madrid se han convocado dos manifestaciones, ambas de extrema izquierda. La oficial, promovida por Podemos y el ministerio de Igualdad y organizada por la Comisión 8M, la forman feministas afines a Irene Montero. Desfilarán a las 19:00 de Atocha a la plaza de Colón pasando por Cibeles, a 300 metros de donde empieza, a la misma hora, la otra manifestación, que se dirigirá desde la Gran Vía hasta la Plaza de España. Esta segunda marcha de extrema izquierda está organizada por otra plataforma feminista que, para diferenciarse, se hace llamar Abolicionista, pues quieren prohibir la prostitución y la pornografía, y están apoyadas por socialistas como la ex ministra Carmen Calvo. Se oponen a la teoría queer de los colectivos LGTBI promovidos por Podemos que, básicamente, sostienen que el género es una construcción, no un hecho natural, por lo que cualquier persona puede pertenecer al género que elija sin ninguna limitación, lo que para este segundo grupo de neofeministas de extrema izquierda, perjudica la lucha por los derechos de las mujeres.

Pero pese a estos matices sectarios que, por otro lado, son tan característicos entre los movimientos de extrema izquierda, ambos grupos coinciden en un discurso ultra que debería alejar de las calles a cualquier mujer que defienda la libertad y esté en contra del comunismo. Así, en los manifiestos promovidos por las organizaciones convocantes se pueden leer proclamas que identifican al enemigo con “el patriarcado, el capitalismo, el colonialismo y el extractivismo”, que para ellas son “las causas de esta desigualdad y esta violencia”.

Defienden la “ocupación”, denuncian los “abusos policiales” y “las agresiones de la extrema derecha, ante las políticas del sálvese quien pueda de la Comunidad de Madrid”. Reclaman “el derecho al aborto libre de violencia obstétrica”, y “la regularización de las personas migrantes, la derogación de la ley de extranjería y el fin de la represión asesina en la frontera sur, el cierre de los CIES y el derecho al voto de todas las personas que viven en el Estado español”. La lucha por la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres ha sido sustituida un manual del Socialismo del siglo XXI. Mi homenaje será para las mujeres ucranianas que luchan y padecen la invasión rusa, mientras las niñatas del pelo morado cantan Give Peace a Chance de John Lennon.

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