Detención ilegal y Estado de Derecho

Detención ilegal y Estado de Derecho

El 18 de junio se conoció un video en el que una persona armada con escopeta, en una galería de tiro, efectuaba disparos sobre dianas en las que existían fotografías de Sánchez, Iglesias, Marlaska, Montero y Echenique. Iglesias habló de comandos extremistas. La misma estrategia de la mentira que cuando habló de operación político-mediática-policial por la tarjeta del móvil de su asistente, que él tenía guardada y devolvió destruida meses después (como el disco duro del ordenador de Bárcenas); convirtió ese asunto en eje de su campaña electoral y no escarmienta ni desaprovecha ocasión para mentir y manipular. Otra vez actúa ajeno a cualquier principio ético de un responsable público. No conoce límites.

Un día después se había localizado en Málaga la galería de tiro, identificado y detenido al autor de los disparos, registrado su domicilio, difundida su identidad con nombre y apellidos, que es taxista, exmilitar, localidad donde vive y sus antecedentes policiales por violencia de género. Datos que solo conocía Interior, la Guardia Civil y la Policía. Detención y filtración propia de un régimen bananero sin Estado de derecho.

Es impresentable colocar fotografías de nadie en dianas sobre las que vas a disparar, pero una somera visión del video, las risas y forma de comportarse del protagonista evidencia que no son amenazas de muerte sino una broma entre amigos, una payasada que toma dimensión al hacerse viral en las redes sociales. Habitamos una partidocracia de contrastes con un gobierno cacique. La agilidad en esta investigación contrasta con denuncias por amenazas de muerte que pasan meses paralizadas; el numeroso grupo de guardias civiles protegiendo la vivienda del vicepresidente contrasta con víctimas de robos que esperan días a que llegue una patrulla de la Guardia Civil; también contrasta con llamadas sin respuesta al 091; los PCR hechos a ministras y familiares del Gobierno contrastan con sanitarios trabajando con riesgo de contagio a enfermos y compañero/as sin poder hacérselos. Contrastes, Gobierno cacique, régimen bananero.

Colocar una fotografía del Rey cabeza abajo, quemarla, quemar banderas de España, maltratar la lengua común en la enseñanza (Cataluña, País Vasco, Baleares…) insulta a millones de españoles. Votar contra el suplicatorio de una diputada independentista incursa en un presunto caso de corrupción tratando de impedir que la justicia haga su trabajo es complicidad con los corruptos. Hacerlo como UPodemos desde el Gobierno de España es un grave precedente. El Gobierno protege a sus corruptos ante la justicia. La reacción de instituciones, partidos políticos, medios de comunicación, fiscalía y quienes comulgan con el pensamiento único talibán evidencia un proceso de ingeniera social peligroso. El mismo hecho es libertad de expresión si lo hacen unos o detención si lo hacen otros. El Estado no es un ente que aplica la ley, sino que está intervenido por partidos políticos convertido en una partidocracia que ordena detenciones ilegales a las fuerzas de seguridad.

Una detención ilegal en un sistema que lleva a cabo prácticas preocupantes siguiendo la doctrina ilegal de talibanes del pensamiento único, que nos alejan de una democracia y nos acercan a regímenes donde todo se manipula, el poder se ejerce sin control y los discrepantes son detenidos. No hay delito de odio porque la doctrina del TS y TC señalan que para que exista debe tratarse de una acción contra un colectivo vulnerable. ¿Lo son los cinco de las dianas?. Menos todavía es un delito de amenazas. La fiscalía y la abogacía del Estado están actuando al margen de la ley cumpliendo órdenes ilegales e ilegitimas del Gobierno de PSOE y de UPodemos. Estas prácticas son imposibles en democracia.

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