Al descenso le falta el descabello

Al descenso le falta el descabello

El fútbol puede dar alguna sorpresa, aunque tendrían que darse más de una para que el Mallorca, si no se confía, acabase en posiciones de descenso. Cada uno tiene su lógica y la mía me dicta que la clasificación final no diferirá mucho de la actual, al menos en las tres últimas posiciones. Con el Almería descendido, salir de su atolladero les resultará casi imposible tanto al Granada como al Cádiz salvo, digamos, imponderables.

La anticipada euforia desde la cúpula del club, donde moran jefes y ejecutivos, refleja una evidente condescendencia en relación a la esfera deportiva del primer equipo, por no entrar en la del filial. Una circunstancia que se repite más de dos veces consecutivas invita a su revisión y los de Aguirre llevan encajando goles en los minutos iniciales de cada segundo período en acciones muy parecidas, sin que se observen medidas preventivas.

En la final de Copa, 0-1 en el marcador, Valverde introduce a Vesga en el centro del campo en sustitución de Prados y solo cuatro minutos después, canaliza la jugada que permite a Sancet empatar el partido.

A renglón seguido, el Real Madrid visita Son Moix y a los dos minutos de le reanudación es Tchouameny quien, desde larga distancia y sin estorbos en su conducción, inaugura la cuenta de los suyos, que resultaría suficiente y definitiva.

Sobre el césped del Ramón Sánchez Pizjuán, Quique Sánchez Flores retira en el intermedio a Agoumé para dar entrada a Suso, el cual se fabrica el hueco a la espalda de Samu y envía un centro inapelable que convierte En Nesyri. 1-0, 15 minutos del segundo tiempo.

Nos vamos Cádiz. Un partido de acoso y derribo de los locales que, con desventaja al término de la primera parte, introducen un cambio: Guardiola, habitual delantero, coge posición en línea de tres cuartos y libertad de movimientos supliendo a un zaguero, Ousou. Y es precisamente, otra vez el sustituto, quien pone el balón que Mascarell introduce en su meta antes de que lo haga Chris Ramos. Minuto 13 de la reanudación.

Ni soy técnico, ni voy a jugar a serlo. Me limito a exponer datos concretos y calcados de los cuatro últimos encuentros. No sé cómo, ni a qué o a quién atribuir lo que no asemeja una simple coincidencia. A eso me refiero cuando sugiero que el trabajo aun no está hecho. Lo estará, en condiciones normales, antes de la última jornada sin tener que esperar otros resultados, pero no cabe admitir la menor pérdida de concentración y exigencia.

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