¡Dejad que los niños se aparten de ellos!: los carteles de Almería
Cuesta comprender cómo un cartel teóricamente contra las agresiones sexuales a menores de edad pueda llevar un texto como «Si dice no, no es sexo, es agresión», con la imagen de un niño no mayor de doce años. Ya la inefable Irene Montero nos ilustró una vez con su admonitorio tono Rottenmeier sobre un supuesto derecho a la libertad sexual infantil que nos dejó a todos con los ojos haciendo chiribitas. Y mira que muchos de nosotros vivimos la contracultura setentera, tan abierta ella de mente. Así que quizá no sea tan extraño que, en el proceso de elaboración del cartel y de las sucesivas manos que le llevaron a acabar colgado de las marquesinas de Almería un mensaje así, no levantara ni una ceja.
Lo que está mal no es la información que transmite la campaña sobre que «el 72,3% de las agresiones sexuales a menores se producen en el entorno familiar y escolar de la víctima» según datos de 2023 del Ministerio del Interior. Lo que está mal es otra cosa. Y esa cosa es la posibilidad del consentimiento implícito que se imagina uno en el caso de que en vez de No diga la criatura Sí. Ya no sería agresión, al parecer. El sueño de todo pederasta. Porque eso es pederastia. Los menores como el que se representa en la fotografía no tienen capacidad de decidir una relación sexual, y tenerlas con menores de 16 años es delito siempre.
Lo mejor del asunto es que el Ayuntamiento de Almería, que participa en la campaña, es del PP. Obviamente, un ejecutivo sin reflejos e imperdonablemente en el guindo cuando se promueven campañas «peligrosas» por parte del Pacto de Estado contra la Violencia de Género o el Ministerio de Igualdad, con tanto progre trasnochado que debe de haber en sus eslabones. Y luego llegan las excusas bobas: este diseño es «uno de los que presentó la agencia», que ha sido imprimido «por error», han dicho. La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Almería, Adriana Valverde, ha aprovechado la ocasión, cómo no, para exigir al equipo del PP la retirada inmediata de la «inaceptable campaña», pues «la imagen de un menor asociado al contenido es inaceptable». ¡El PSOE que instaló a Montero en un Ministerio y ha promovido escandalosas leyes como la trans! Te partes con tanta virtud.
Por otro lado, me ha parecido positivo que el protagonista de la campaña haya sido un niño varón y no una niña como es lo habitual. Las agresiones sexuales a niños y adolescentes masculinos es un tema indignamente negligido. En muchos países son abusados incluso más que ellas, sobre todo en aquellos en los que el honor de la familia recae en la virginidad. En 2007, el Gobierno de la India llevó a cabo una encuesta sobre el tema y encontró que el 52,9% de los casos de abuso sexual infantil reportados eran víctimas masculinas. Y el Bacha bāzī es una práctica repulsiva en Afganistán, que está lejos de haber sido erradicada, donde los niños, y no las niñas, son prostituidos. Niños varones prepúberes y adolescentes son vendidos a hombres ricos o con poder para actividades sexuales y de entretenimiento. Este negocio está arraigado en una cultura musulmana donde los hombres los mantienen como símbolos de estatus. Las autoridades dicen que desean acabar con la práctica, pero muchos dudan de que puedan, ya que muchos de los hombres son pudientes y entre ellos hay ex comandantes bien armados. Lo denuncié en el Parlamento Europeo con escasa resonancia, pues lamentablemente todo lo que no encaje en el discurso políticamente correcto y mainstream más bien molesta. Pero hay que insistir.