Como para quedarse en casa

Llegó el día. Este domingo por fin tenemos la oportunidad de cambiar el rumbo político de las Islas Baleares. Nos jugamos mucho y es ahora cuando podemos optar por otro modelo de gestión distinto al de los ocho años de gobiernos de izquierdas de Armengol. Frente al modelo de la limitación y prohibición, tenemos el modelo de la libertad; frente al modelo de más presión fiscal, tenemos el modelo de menos impuestos con una mejor gestión; y frente al modelo de promesas incumplidas, tenemos un programa de gobierno elaborado junto con la sociedad civil.

Es un buen momento para que nos preguntemos si hoy es más fácil acceder a una vivienda que hace ocho años. Si hoy tenemos más seguridad en nuestras calles que hace ocho años. Si hoy hay menos listas de espera para ser atendido por un profesional sanitario que hace ocho años. Si hoy hacer la compra es más caro o barato que hace ocho años. Si hoy la ciudad de Palma está más limpia que hace ocho años. Si hoy la circulación y los accesos a Palma están mejor que hace ocho años. O si hoy hay menos problemas de okupación de viviendas que hace ocho años.

Como ven, es difícil que Armengol pueda presentar un balance de legislatura en positivo y mucho menos después de haber gestionado 1.000 millones de euros más de presupuesto gracias a la cantidad de impuestos que hemos pagado todos los ciudadanos. Armengol, con más dinero que nunca, ha gestionado peor que nunca. Por ello, ahora hay motivos más que suficientes para un cambio que se me antoja inaplazable.

Que Armengol nos hable de Son Dureta, de tranvías y de jornadas laborales de cuatro días a la semana lo único que demuestra es la desesperación y el nerviosismo que tiene su partido de cara al resultado electoral del próximo domingo. Y también que ha convertido su día a día en el Govern en una estrategia burda de puro electoralismo. Porque, por ejemplo, si creyera que el tren es la solución a la movilidad o al menos alguna de las soluciones, quizás habría hecho algo en ocho años.

Frente al modelo desgastado de Armengol y Sánchez tenemos el modelo de ilusión y de futuro que representa Marga Prohens. Baleares tiene la oportunidad de apostar este domingo por un cambio en las instituciones que es imprescindible si queremos vivir en libertad. El 28 de mayo es o cambio o socialcomunismo sin maquillajes ni complejos. Como para quedarse en casa.