Ciudadanos fue el problema

Ciudadanos fue el problema

No pretendo hacer leña del árbol caído, pero creo que a la vista de los resultados es preciso analizar el conjunto de errores de Ciudadanos que nos han traído a la situación actual y han dejado al partido naranja tan menguado:

Hasta que finalizó 2018, los resultados electorales y las previsiones posteriores al otoño del procés (2017) daban invariablemente la victoria a la suma PP-Cs-Vox. Así fueron las elecciones en Andalucía, y así eran todas las encuestas hace menos de un año. Ciudadanos, que había ganado las elecciones catalanas convocadas con la aplicación del Art. 155 y estuvo al borde del sorpasso al PP en Andalucía, era la gran fuerza emergente. Sin duda, sus votantes no ignoraban que gracias a Cs el PSOE-A gobernó Andalucía sin Podemos y haciendo bajadas de impuestos. A grandes trazos, la parte moderada y nacional de la izquierda votaba a Cs como la alternativa social- demócrata nacional que fue desde sus orígenes.

Sin embargo, comenzó 2019 y algo se torció. Rivera, un pepero irrealizado, decidió que él iba a ser el nuevo líder de la derecha y comenzó a destruir: sucumbió fácilmente al afán de protagonismo de la foto de Colón, descabezó al partido en Cataluña poniendo a Inés Arrimadas a remar a su servicio, y con ello abandonó su principal feudo y todas las posibilidades de sumar voto socialdemócrata. Con este primer movimiento, Rivera fue el causante de que PP-Cs-Vox dejasen de ser mayoría. El voto socialdemócrata nacional abandonaba el llamado “trifachito”, y la izquierda, que había perdido desde el procés su hegemonía/predominancia de los últimos cuarenta años, recuperaba el espacio. Bajo estas premisas llegaron las elecciones de Abril de 2019, que para Cs fueron pan para entonces y hambre para hoy: obtuvo un resultado grandioso, otra vez al borde del sorpasso al PP, pero por su incapacidad de atraer voto socialdemócrata impidió la construcción de una mayoría alternativa a la izquierda y los nacionalistas que auparon a Sánchez en la moción de censura.

Pese al error estratégico, Cs todavía tenía un cartucho esencial: sumaba 180 diputados con el PSOE, y ello le posibilitaba jugar a nivel general un papel similar al que jugó en Andalucía hasta 2018. Sin embargo, Rivera quería ser el nuevo PP, y mantuvo el no hasta una oferta imposible al final.

Pese al error de dejar pasar una oportunidad histórica de gobernar, se le presentó otra acorde a sus deseos de conquistar el PP: Génova le ofrecía España suma, lo cual le hubiese permitido mandar en casi la mitad del centro derecha español. Pero Cs dijo no. Y con ese no y el otro no fue a las elecciones, con el resultado conocido.

Hace apenas un año, bajo los primeros efectos del procés, parecía que España podría vivir un nuevo tiempo donde los partidos de centro y derecha tuviesen una hegemonía duradera. Hoy esa hegemonía es imposible por los errores de Ciudadanos. Con Cs habría sido posible un gobierno de gran coalición con el PSOE. Con Cs hoy España suma podría ser la fuerza más votada. Nada de estos ha ocurrido. Ciudadanos fue el problema, pero el mayor damnificado no es el partido naranja, sino la España a la que decía querer servir.

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