¿Qué había en el móvil de Sánchez para tener que arrodillarse ante Mohamed VI?

¿Qué había en el móvil de Sánchez para arrodillarse en Rabat?

Cómo resulta inaudito que el presidente del Gobierno de España no defienda el interés nacional y permita que el programa de la cumbre bilateral hispano-marroquí no incluya ninguna declaración sobre Ceuta y Melilla y sí sobre el Sáhara, la pregunta es de carril: ¿Qué había en el móvil de Sánchez, presuntamente espiado por Rabat, para que el jefe del Ejecutivo se muestre tan dócil ante el rey Mohamed VI? La pregunta es pertinente, porque esta nueva cesión del Gobierno se une a las anteriores: cambio de postura sobre el Sáhara, aumento de ayuda económica al país vecino y negativa socialista en el Parlamento Europeo a condenar la falta de libertades en la nación alauí. Son demasiadas como para no pensar que aquí hay gato encerrado y que Rabat cuenta con información relevante que puede afectar a Pedro Sánchez.

Moncloa espera que la reunión de alto nivel (RAN) que comienza este miércoles en Rabat sea el punto y aparte que marque las relaciones entre ambos países a partir de ahora, un encuentro en el que se sienten las bases de un nuevo modelo de diplomacia que entierre definitivamente las «crisis periódicas» que se desatan cada ciertos años. Ahora bien, ya dirá el Gobierno cómo es posible sentar las bases de las relaciones futuras si Marruecos se niega a abordar el problema de Ceuta y Melilla, plazas españolas que Rabat sigue considerando marroquíes. El Ejecutivo asume que «es innecesario» que Marruecos se pronuncie sobre la soberanía española de las dos ciudades autónomas, pero el problema es que hace sólo unos meses Marruecos defendió ante la ONU que Ceuta y Melilla «no tienen frontera terrestre con España y que Melilla era «un presidio ocupado».

Lo dicho: aquí el móvil para este cambio drástico en las relaciones con Marruecos está en el teléfono móvil de Pedro Sánchez. No cabe otra interpretación, salvo que el presidente se esté buscando un aliado de peso para asegurarse el futuro en alguna organización internacional de renombre.

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