Regreso al pasado: violencia y totalitarismo

Regreso al pasado: violencia y totalitarismo
Regreso al pasado: violencia y totalitarismo

Hace falta ser torpes para montar un cipadios a la ilustre alumna de la Universidad Complutense, su odiada Isabel Díaz Ayuso, para, al final coadyuvar a que en la cita del 28M, la escrachada aumente los muchos votos que ya obtuvo en los adelantados comicios del 4 de mayo del 2023 donde el PP de Ayuso llenó sus urnas con más votos que todo el conjunto de la izquierda.

Irónicamente, para los organizadores del pitote (una minoría de alumnos si lo fueran) de la UCM y de los empleados/profesores públicos que allí abrevan (otra minoría del claustro) resulta que frente a los típicos y consabidos gritos de «¡fascistas fuera!», se alzaron otras voces: ¡comunistas fuera!

Lo importante a mi entender de lo ocurrido, corolarios ad hominem al margen, son los argumentos utilizados por los escrachistas para justificar una acción inexportable en el mundo libre, mucho más en el ámbito universitario. Es que, dicen, es una anti del sector público. ¿Acaso ha anunciado el cierre de la UCM? ¿Acaso no se sufraga con fondos públicos dicho centro, otrora relevante internacionalmente y hoy convertido en un semi-harapo intelectual e investigativo? Yo voy a la sanidad madrileña y ningún profesional me ha anunciado que hay orden de cierre…

Esa minoría, más que universitaria, política, que aprovechando las circunstancias consiguió unirse con fruición a la “casta” que decían venían a combatir, se ha percatado, ya que el pueblo llano no les traga; se han dado cuenta de que su discurso (tan añejo como la nomenklatura soviética) está arribado en el rincón de la Historia y que dejar las mamandurrias, gabelas y otras sinecuras toca a su fin. Sólo desde la violencia política con postulados totalitarios en bandolera pueden sostenerse. En eso están. Ya ha ocurrido en otras latitudes y se limitan a seguir su hoja de ruta. Es su única salida porque no quieren volver a sus antiguos puestos de trabajo, esto es, ninguno o casi ninguno.

Si yo fuera consejero de Ayuso aconsejaría que les mandara a los organizadores del vergonzoso aquelarre, incluida a la sabia alumna primera de su promoción (sic) un jamón de cinco estrellas con posibilidad de repetir.  Tengo para mí que tras lo sucedido quedan pocas dudas de cómo responderán los madrileños en su mayoría ante el 28M.

La Historia ha demostrado que a los totalitarios, intolerantes, extremistas y antidemócratas si se les planta cara con determinación, moderación y argumentos, finalmente, no son otra cosa que meros tigres de papel.

P.D. Lo ocurrido con Ayuso debe servir a Feijóo para hacerse una idea de lo que le espera.

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