Borrar las huellas del delito es una prueba de cargo
No se trata de frustrar las expectativas absolutorias de la izquierda y sus terminales mediáticas, que proclaman a los cuatro vientos el mantra de que «sin pruebas directas, no hay delito», tratando así de justificar su convencimiento de que el fiscal general del Estado es «inocente». Será el Supremo quien decida, pero no estaría de más que el ejército de propagandistas que va por ahí dando por hecho que García-Ortiz se irá de rositas le eche un ojo la sentencia de la magistrada Susana Polo, ponente del tribunal que juzga al fiscal general Álvaro García Ortiz, en la que subrayó que los indicios pueden proporcionar «certezas muy superiores» cuando están debidamente concatenados.
En una sentencia sobre tráfico de drogas, Polo recordó de forma exhaustiva la doctrina jurisprudencial sobre prueba indiciaria. Un posicionamiento que cobra especial relevancia ante la inminente deliberación sobre el fiscal general. La magistrada estableció que «la prueba indiciaria o indirecta no goza necesariamente de menor valor o fuerza que la prueba directa». Y, para que algunos se aclaren, añadió: «La prueba indiciaria es muchas veces fuente de certezas muy superiores a las que brindaría una pluralidad de pruebas directas unidireccionales y concordantes».
Viene esto a cuenta de que borrar el contenido de los móviles y dispositivos tecnológicos, algo que hizo el fiscal general cuando supo que iba a ser procesado, puede ser una prueba indiciaria suficiente para considerar que, junto a otras circunstancias, cometió un delito de revelación de secretos. Por decirlo en términos jurídicos, «la eliminación intencional del cuerpo del delito puede y debe, por supuesto, ser tomado como prueba de cargo a los efectos condenatorios».
No se trata, en ningún caso, -sería ridículo- de ilustrar a los doctos, sino de hacer frente a la legión de ilustrados que mantienen el ignorante argumento de que sin pruebas directas el fiscal general no puede ser condenado. Ya saben: hay pruebas indiciarias que son auténticas fuentes de certeza. No lo dice OKDIARIO, sino la ponente del tribunal que juzga al fiscal general.