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BBVA-Sabadell: poder, política y bancos de inversión

BBVA-Sabadell: poder, política y bancos de inversión
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Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Cuando nadie lo esperaba y cuando todo el mundo estaba ocupado con la no-dimisión de Pedro Sánchez, el BBVA ha aprovechado para lanzar la mayor operación de concentración bancaria desde la de CaixaBank y Bankia en 2020: el segundo intento de compra del Sabadell tras el fracasado en 2020. Una operación que, esta vez sí, tiene toda la pinta de salir adelante, aunque no lo den por seguro todavía, que puede haber giros de guión. Y que tiene muchas derivadas en todos los órdenes.

¿Por qué y por qué ahora? BBVA lleva años detrás del Sabadell por muchas razones: comprar un banco que está mucho mejor que en 2020 en eficiencia y rentabilidad; acceder a Reino Unido (país en el que Santander es uno de los grandes) a través de TSB, o venderlo con plusvalías si no encaja como hizo con su filial en EEUU; quedarse un negocio de empresas muy potente (como el del Popular que se llevó su eterno rival); o lograr sinergias de 850 millones tirando por lo bajo…

BBVA, Carlos Torres, Villarejo
El presidente de BBVA, Carlos Torres en la Audiencia Nacional.

Pero hay dos motivos por encima de todos. Por un lado, crecer en cuota de mercado en España para disputar el liderazgo de CaixaBank; aunque el BCE baje los tipos, no van a volver a niveles negativos; y, con unos intereses entre el 2,5% y el 3,5%, los bancos españoles tendrán márgenes positivos y, además, elevarán su volumen de crédito. Por otro lado, BBVA tiene que recomponer su diversificación tras el desastre de Turquía y, por si fuera poco, reducir su dependencia de México, donde los analistas creen que el banco ha tocado techo después de años siendo su gallina de los huevos de oro.

El momento elegido puede obedecer a muchas razones, pero lo que es seguro es que lleva meses estudiando la operación. Ahora se juntan varios factores para anunciarlo, como la renuncia del Sabadell a comprar Unicaja -si se hubiera hecho esa operación, BBVA no habría podido plantear la actual-, las elecciones vascas -si gobernara Bildu las cosas serían mucho más difíciles- y probablemente el show de Pedro, que le ha permitido pillar el Gobierno con la guardia baja. Sin olvidar la necesidad de Carlos Torres de dejar atrás el caso Villarejo, donde se va a librar del banquillo salvo sorpresa de última hora.

Las ventajas de BBVA

Sea como fuere, el BBVA no se puede permitir tropezar dos veces en la misma piedra, por lo que esta vez está decidido a hacerse con el Sabadell por la buenas o por las malas (opa hostil), como adelantó OKDIARIO. Y eso le da muchos triunfos en la partida. Por un lado, Sabadell no tiene núcleo duro de accionistas, es decir, «está desnudo» ante una oferta hostil; y por otro, pone en un brete al consejo del Sabadell: si es por las buenas, os doy tres consejeros, uno de ellos vicepresidente (presumiblemente César González Bueno); si es por la malas, res de res. Además, está atado de manos y no puede hacer maniobras defensivas -comprar Unicaja, vender TSB- porque actuaría en contra de los intereses de sus accionistas.

Josep Oliu, Banco Sabadell
Josep Oliu, presidente de Banco Sabadell.

Josep Oliu ya escapó por los pelos de la reestructuración de caballo que le impuso el BCE tras el fracaso del intento del BBVA en 2020: sacrificó a Jaume Guardiola y él tuvo que renunciar a los poderes ejecutivos, pero siguió en el cargo cobrando 1,7 millones al año. Ahora no podría retirarse dejando un Sabadell independiente, pero sí lograr una jubilación de oro pagada por BBVA. Un par de años de consejero y después a vivir.

Y los riesgos

Todo lo anterior aumenta las posibilidades de éxito de la propuesta de BBVA. De hecho, Torres no parece demasiado interesado en un acuerdo amistoso, ya que hizo el anuncio de la propuesta sin avisar antes al Sabadell -lo normal es mantener al menos conversaciones preliminares antes-. Y publicar las condiciones de la oferta en plan lentejas parece una maniobra para meter presión, no para llegar a un acuerdo.

Ahora bien, no está exenta de dificultades. En el mercado hay una sensación generalizada de que la oferta es pobre, vamos, que Torres vuelve a pecar de tacaño como hace cuatro años: una prima del 30% (respecto a la cotización del lunes) que ya va por el 16% con la caída de su acción en Bolsa, y todo mediante intercambio de papelitos, sin nada de cash. Con una previsión de crecimiento de beneficios del 15% del Sabadell este año, no parece gran cosa. Por eso el consejo pide una prima mayor, como informó OKDIARIO.

BBVA, Carlos Torres, Onur Genç
Junta de accionistas de BBVA.

Pero claro, el BBVA tampoco quiere pagar más porque la valoración del Sabadell se igualaría a la suya y no conseguiría las sinergias deseadas. Asimismo, no querer pagar más de 2.500 millones en 2020 y pagar ahora más de 11.000 hace arquear las cejas a sus accionistas, por mucho que el Sabadell esté ahora mucho mejor que entonces. Pues si sube más el precio, peor todavía. Y tiene a su favor, de nuevo, que, si sube el precio, no hay premio para el consejo del Sabadell.

Ahora bien, ser cicatero puede hacer que muchos accionistas del Sabadell -básicamente grandes fondos de inversión- no acudan a una hipotética opa hostil porque confían en el Sabadell en solitario y que ésta fracase. Además, el Banco de España no quiere una operación hostil y no ha triunfado nunca una en España en banca: el último fracaso, la de Abanca sobre Liberbank. La experiencia de 2020 debería hacer reflexionar muy seriamente a Torres a este respecto. Porque, insisto, no puede permitirse volver a fracasar en este intento.

JP Morgan frente a Goldman

Por último, una de bancos de inversión. BBVA se ha puesto en manos de JP Morgan como asesor principal, mientras que Sabadell cuenta con su banco habitual, Goldman Sachs. Se da la circunstancia de que en JP está Carlos Pertejo, ex de Goldman. Un banquero que no es del agrado de Olaf Díaz Pintado, el hombre fuerte de Goldman en España, porque llegó a hacerle sombra en esa firma; de hecho, por eso se tuvo que ir a JP.

Esas viejas rencillas pueden aflorar en esta operación, aunque quienes conocen a Pertejo aseguran que es un tipo pragmático, al que «le importa el deal y punto», lo que facilita llegar a un acuerdo desde una posición puramente profesional. Pero ay, vanitas vanitatum et omnia vanitas…

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