Fusión bancaria

Por qué BBVA necesita a Sabadell: quiere reducir su dependencia de México, donde ha tocado techo

Por qué BBVA necesita a Sabadell: quiere reducir su dependencia de México, donde ha tocado techo
Eduardo Segovia
  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

La compra del Sabadell que va a intentar por segunda vez el BBVA tiene como principal motivo, aparte de crecer en España y los atractivos del banco catalán, la necesidad de reducir su dependencia de México. Según la firma de análisis Kepler Cheuvreux, el negocio del BBVA en ese país ha tocado techo y necesita nuevas vías de crecimiento.

«Esta operación permitiría a BBVA reducir su dependencia de México, donde el beneficio ha tocado techo, y la historia del banco necesita otro motor de crecimiento», aseguran los analistas Jacques Henri María Antonia del banco de inversión francés.

Este motor de crecimiento vendría de España, donde la esperada bajada de tipos del BCE debe reactivar el crédito y, por tanto, el volumen de negocio de la banca (que compensará el impacto inicial en los márgenes de aplicar los menores tipos a la cartera crediticia actual). Con la integración del Sabadell, el BBVA podrá disputar el liderato en España a CaixaBank, liderato que ya detentó en su día con la adquisición de CatalunyaBanc.

Más allá de México, Kepler Cheuvreux hace algunas estimaciones de la posible fusión con Sabadell, reconocida ayer por ambas partes, de los que concluyen que la operación es «extremadamente atractiva» para el BBVA. A su juicio podría obtener unas sinergias de 865 millones (antes de impuestos), el 40% de la base de costes del Sabadell, que se quedarían en 600 millones tras la pérdida esperada de ingresos por duplicidades.

Las sinergias en las fusiones se obtienen porque el comprador se queda todo el negocio del banco comprado pero cierra parte de su red de oficinas con los consiguientes despidos de empleados. Es decir, mantiene los ingresos -salvo la pérdida citada- y reduce mucho los costes, con lo que multiplica el beneficio. EAE Business School estima que esos despidos pueden llegar a 4.000 trabajadores.

Estos despidos supondrían un coste de 1.500 millones en el primer año de la fusión, coste que sólo hay que asumir una vez. Sobre esta base, calcula que la operación lograría un incremento del beneficio por acción del 13% anual a partir del segundo año, y una rentabilidad de la inversión (ROI) del 14,7%.

No obstante, estos números dependerán del precio pagado finalmente y de la forma de hacerlo: si es todo con canje de acciones, como es la idea del BBVA, tal como informa hoy OKDIARIO, o si una parte se paga con cash. En todo caso, la entidad necesitará acometer una ampliación de capital para afrontar la operación.

Atractivos del Sabadell

Otros atractivos del Sabadell para BBVA son su potente negocio de empresas, su presencia geográfica en el arco mediterráneo o la filial TSB en Reino Unido, país en el que el banco que preside Carlos Torres no está presente y donde sí es muy potente su eterno rival, el Santander.

Precisamente, TSB puede representar una de las pocas defensas con las que cuenta el Sabadell, dada la ausencia de un núcleo duro accionarial. Según Kepler Cheuvreux, el banco que preside Josep Oliu puede vender TSB -una opción que siempre ha estado encima de la mesa- y utilizar los ingresos para una recompra masiva de acciones del Sabadell.

Otros analistas justifican la idoneidad del momento actual para que el BBVA acometa la operación por la situación política: ya han pasado las elecciones vascas, donde un cambio de Gobierno a favor de Bildu habría complicado mucho una fusión; y el Ejecutivo central está paralizado por su situación parlamentaria, amén de la farsa del amago de dimisión de Pedro Sánchez.

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