El Ayuntamiento de Carmena, el más insolidario de España
El 3 de marzo del presente ejercicio la portavoz municipal Rita Maestre anunció a bombo y platillo que tras cinco años de sequía absoluta se iban a destinar 11,5 millones del presupuesto del Ayuntamiento de Madrid a Cooperación Internacional. Una cifra significativamente superior a la del último presupuesto de Ana Botella que eran 514.000 euros.
Un importe que como indica el señor Cueto, Coordinador General de la Alcaldía y conocido como sobrino de la alcaldesa, se espera poder aumentar a medida que avance la legislatura, llegando al final de ésta a 33 millones, que representaría el 0,7 % de lo comprometido.
Sin duda, unos objetivos loables y de los que los madrileños nos podríamos sentir orgullosos una vez cumplidos. No obstante, “el infierno está empedrado de buenas intenciones”, dice el refrán. Cuánta razón tiene. Si analizamos la última ejecución presupuestaria del Ayuntamiento de Madrid a cierre de junio —los últimos datos disponibles— podemos revisar la ayuda que ha ido a la fecha para Cooperación Internacional.
Los datos son demoledores, el importe que ha ido a Cooperación Internacional de los 11,5 millones prometidos en el Ejercicio ha sido cero euros según los últimos datos facilitados. Los 311.132 euros que aparecen como obligaciones reconocidas corresponden a sueldos y salarios del personal del departamento del Ayuntamiento. Es decir, la contribución de Ahora Madrid a la Cooperación Internacional se ha ceñido a colocar los carteles de ‘Welcome Refugees’ que hay en las juntas municipales y en la sede del consistorio.
Cierto es que una gran parte del presupuesto se ejecuta en los últimos meses del año, pero en este caso si atendemos a las declaraciones del Coordinador General de la Alcaldía en la Comisión de Presupuestos ya indica cómo desde el primer día ya no tenían confianza en poder ejecutar estas partidas de Cooperación Internacional: “Una partida importante de Cooperación no estamos seguros de que tengamos la capacidad de gestionarla con los efectivos que tenemos en la subdirección, cuyo subdirector está aquí a mi derecha”, afirmó el señor Cueto. Esta afirmación es un ejemplo de cómo se ha hecho el presupuesto del Ayuntamiento de Madrid: sin el más mínimo rigor.
Todo indica que una gran parte del importe asignado a Cooperación Internacional no se podrá ejecutar en 2016. Esto conlleva que, conforme a la Ley de Estabilidad Presupuestaria, estas partidas excedentarias se destinarán al pago de deuda anticipada, a pagar los préstamos a los bancos.
Ahora Madrid va camino de convertirse irónicamente en el Gobierno de los bancos, el Gobierno que amortiza deuda anticipadamente, no por voluntad propia sino por ineficacia.