Los amigos de los terroristas de Hamás se sientan en el Consejo de Ministros
Lo de Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno de España y aliada preferente de Pedro Sánchez para un nuevo Ejecutivo socialcomunista, es inmoral. Su posición tras el ataque terrorista de Hamás contra Israel va más allá de la indecencia política y moral, porque su posicionamiento, sin matices, a favor de los palestinos y sus reproches al Gobierno israelí no es que sean inoportunos, sino que suponen una ignominiosa justificación del terrorismo.
La foto de su eurodiputado Manu Pineda estrechando la mano del número uno de Hamás es la prueba del nueve de la infamia, el retrato más cabal de la vileza. ¿Qué pensarán las cancillerías occidentales cuando vean la fotografía de un dirigente de una formación que se sienta en el Consejo de Ministros de España en franca camaradería con uno de los terroristas más sanguinarios del planeta? No es de extrañar que el mayor centro judío del mundo haya denunciado a Sumar por ser «el portavoz de Hamás en Europa». Razones tiene, porque Yolanda Díaz apoyó el acto en España de una ONG palestina vinculada a los terroristas y sus últimas declaraciones, criticando a Israel, la delatan.
Es absolutamente imposible que las democracias occidentales puedan fiarse de un Gobierno que tiene en su seno a amigos declarados de Hamás, porque la imagen que se traslada al mundo nos aparta de un plumazo de las sociedades libres y nos sitúa junto a dictaduras como la de Irán o Venezuela. Yolanda Díaz se ha quitado la careta y lo ha hecho sin ningún rubor.
Yolanda Díaz es la socia por excelencia de Pedro Sánchez, la mujer llamada a tener el mayor de los protagonismos en un próximo Ejecutivo socialcomunista si es investido el actual presidente en funciones con los votos del separatismo. El no va más. Por si fuera poco que Sánchez haya decidido unir su destino político al de golpistas y proetarras entregándoles el Estado para mantenerse en el poder, en el Consejo de Ministros de España estarán los amigos de la organización terrorista más sanguinaria del mundo.