La amenaza del paro nunca cesa
Nuestras debilidades se concentran en la maldita tasa de paro —como segundo país de la Unión Europea por detrás de Grecia y con un paro de casi el 16%—, con bastante de larga duración y la difícil situación de los parados mayores. A ello, se suma como agravante el paro juvenil donde España obtiene uno de los peores registros en toda Europa con el 33,8% en el mes de mayo. Para compararnos, si vemos cómo en Japón es del 3,4%, en Irlanda del 12%, en Alemania del 6,1% y en República Checa del 7,6%, concluimos que queda pues un largo recorrido que superar en cuestiones de desempleo. Otro extremo sobre el que ya se ha insistido previamente es el de la creación de empleo, donde además de la cantidad conviene fijarse en la calidad del mismo. ¡Eso liga con la educación y la formación!
Las exportaciones de mercancías francamente van mejorando. El año 2017 se cerró con un volumen exportador de bienes de casi 400.000 millones de euros, equivalente al 34,1% de nuestro PIB. Baste indicar a este respecto que en 2016 tales exportaciones representaron el 32,8% —368.000 millones de euros— del PIB y que, echando la vista atrás, en 2011 exportamos bienes por 310.000 millones de euros que supusieron el 28,9% del PIB. Todavía más a favor: el saldo neto exportador de bienes y servicios arroja signo positivo desde 2012 ininterrumpidamente.
Con todo, una gran parte de nuestras exportaciones, en torno al 70%, se concentran en la Unión Europea por lo que es crucial en ese camino de mejora de nuestro sector exterior el salto hacia otros mercados y abrirnos allende la Unión Europea. Y si estamos pasando revista a los hándicaps que erosionan la competitividad española a ojos del mundo, tres de ellos son de alto voltaje: la deuda pública y el déficit, en ambos aparecen luces rojas, y la financiación de las pensiones, que sigue en plan nebulosa a medio y largo plazo.
Y, quiérase o no, algunas otras penumbras castigan el papel de España en el mundo de la competitividad. Así, la dichosa incertidumbre tanto en el plano político interno como en el aspecto económico no solo por nosotros mismos sino desde la vertiente de la propia Eurozona y de la misma Unión Europea que aflojan su paso. En fin, muchos deberes por hacer por parte del nuevo Gobierno para encarar los exámenes de recuperación de septiembre con los cuadernos sino totalmente cumplimentados al menos en fase de serio avance.