Amancio Ortega no es ni pijo ni podemita
Isabel Serra es podemita, concretamente de la sección anticapitalista, subsección pablista, sector pijo. No como su hermana mayor, Clara, que es tan podepija como ella, pero se ha apuntado al sector errejonista. La sección pija de Podemos es una de las más numerosas y está integrada por niñatos de la alta sociedad que han disfrutado de todos los privilegios, recibiendo la educación más elitista en España y en el extranjero y de la universidad pasaron directamente a ocupar escaños sin apenas haber cotizado, pero haciéndose pasar por representantes de una “clase” trabajadora por encima de la que han estado toda su vida. Las Serra, Bescansa, Pitita (Rita) Maestre, Espinar, Iglesias, Errejón, etc. conforman el sector pijo de Podemos, el que manda.
Como Podemos obliga a todos sus cargos públicos a donar parte de su sueldo, la podepija dona cada mes 560,92 € a Podemos y otros tantos al proyecto social IMPULSA, según indica su portal de trasparencia. IMPULSA es un programa que destina las donaciones de sus cargos públicos a proyectos sociales. Y ese donativo a la pija podemita le parece bien. Lo que no le gusta es que lo haga Amancio Ortega, que es rico como Soros y Roures, pero no es progre como ellos. El leonés es un trabajador hijo de trabajadores de verdad, pura “clase” obrera que con mucho esfuerzo e inteligencia ha dado ejemplo de que todas las teorías comunistas de Isa Serra son mentira.
Inditex pagó 6.166 millones € en impuestos en 2018, 1.700 de ellos en España, genera 175.000 puestos de trabajo, 50.000 de ellos en España y el resto en los países en desarrollo que más lo necesitan, el 75% de sus empleados son mujeres que cobran de media un 0,8% más que los hombres. Amancio Ortega pagó los miles de millones en impuestos que le corresponden, generó cientos de miles de puestos de trabajo y hace sus donaciones de forma honesta, legal y sincera, a diferencia de los podemitas.
Por ejemplo, Monedero en cuanto trincó los 425.000 € de Chávez, montó una empresa fantasma con la que intentó engañar a Hacienda y no pagó lo que le correspondía hasta que Montoro le avisó de que lo habían pillado. Echenique le pagaba a su empleado en negro defraudando a la Seguridad Social. Y Pablo Iglesias declaraba 41.045,48 € de gastos como autónomo, que son más del 80% de los 49.299,26 € de ingresos que le facturaba a la televisión iraní, con lo que la declaración de la renta le salió 3.500 € a devolver.
De recibir donativos también saben mucho los podemitas, pero los que ellos recibieron de las tiranías chavistas y de la teocracia iraní no estaban dedicados a curar a los enfermos de cáncer, como los de Ortega, sino que eran para “crear fuerzas políticas y movimientos sociales, propiciando en España cambios políticos aún más afines al gobierno venezolano“, como consta en el documento que Hugo Chávez firmó de su puño y letra para que se transfirieran más de 7 millones € a la fundación CEPS, que fue el origen de Podemos. Así que cuando los podepijos dicen que no se aceptan los 310 millones € de Ortega para luchar contra el cáncer a los que Iglesias llama “limosna”, los españoles pensamos que ojalá ellos no hubieran aceptado donativos de dictadores, que ojalá ellos hubieran pagado los impuestos con la honradez que lo hace Ortega, que ojalá ellos se preocuparan de crear el empleo y de ayudar como lo hace él. Y que lo que Amancio Ortega merece es el reconocimiento y la gratitud de todos nosotros.