El PP es la imagen de la corrupción en España

El PP es la imagen de la corrupción en España

La ‘máquina del fango’ nunca para. Francisco Granados, ha acusado este lunes a Esperanza Aguirre y a Ignacio González de ser los cabecillas de las irregularidades y la financiación ilegal del PP en Madrid y también ha implicado a Cristina Cifuentes. Granados ha relatado que ellos controlaban los nombramientos en las empresas públicas investigadas en la Púnica, sin aportar ninguna prueba que sustente sus acusaciones. Se complica así el negro calendario penal que tiene por delante el PP. Son tantos los casos en que están envueltos, tan variados y con tantos imputados, que hablar de todos está fuera de las posibilidades de este artículo. Pero voy a dar unas pequeñas pinceladas para hacernos una somera idea de la que se les avecina a los chicos y chicas de Rajoy.

Entre los investigados (imputados) por delitos relacionados con la corrupción se encuentra el propio Partido Popular, así como cuatro exministros, cuatro expresidentes de CCAA, nueve ex diputados o senadores, cinco expresidentes de diputaciones, cuatro tesoreros nacionales, así como decenas de consejeros y diputados autonómicos, alcaldes, concejales, secretarios de estado, directores generales, etc. Entre los casos más señalados destaca la trama Gürtel, que funcionaba principalmente en las comunidades de Madrid y Valencia, encabezada por el empresario Francisco Correa, cuyas empresas organizaban eventos del PP. Según la policía las empresas de Correa financiaban ilegalmente las campañas electorales del PP. El magistrado la ha dividido en seis piezas separadas.

La Púnica, red de corrupción municipal y regional principalmente de Madrid, Murcia, León y Valencia, que adjudicó servicios públicos por valor de 250 millones de euros en dos años a cambio de comisiones ilegales que eran blanqueadas a través de un entramado societario. La investigación se inició tras la advertencia de las autoridades suizas sobre un presunto delito de blanqueo de capitales de Francisco Granados y su amigo el empresario Marjaliza. El caso Bárcenas, que estalló cuando Suiza comunicó a la Audiencia Nacional que el extesorero del PP había llegado a tener 22 millones en cuentas de ese país. Presuntamente Bárcenas ha pagado sobresueldos en sobres con dinero negro a altos cargos del partido. Rajoy ha tenido que explicar los SMS que escribió a Bárcenas después de que se conocieran sus cuentas en Suiza: “Nada es fácil, pero hacemos lo que podemos” y “Sé fuerte. Mañana te llamaré”. La operación Lezo: Supuestamente, siendo Ignacio González Presidente de la Comunidad de Madrid, el Canal de Isabel II compró sociedades en Latinoamérica por un precio muy superior al de mercado. Se incautaron 5,4 millones de dólares que supuestamente González ocultaba en cuentas a nombre de sociedades de testaferros, además de varios inmuebles que tenía en Colombia. Discos duros: según el juzgado hay sólidos indicios de que el PP borró y ralló 35 veces los discos duros de los ordenadores de Bárcenas antes de destruirlos de forma definitiva, con el objetivo de ocultar pruebas en otro caso de corrupción que se investiga en la Audiencia Nacional.

Evidentemente estos casos apuntan a corrupciones del PP de Aznar, pero la forma como Rajoy ha tratado de minimizar los daños le hace también responsable, pese a que ha forzado la dimisión o ha expulsado a todos los implicados y ha tomado medidas de control que impidan que vuelvan a darse casos similares. La «máquina del fango» les ensucia a todos por la sencilla razón de que existe muchísimo fango. Los innegables éxitos de su gestión económica no serán suficientes, Rajoy y todo su equipo deben dar un paso atrás para permitir que surjan nuevos líderes que puedan regenerar desde dentro un partido que ahora es la imagen de la corrupción en España.

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