Pánico en Podemos ante el 26-M: se desploma en los ayuntamientos que ganó y apoyó en 2015
Podemos afronta con preocupación las próximas citas electorales de mayo. El partido de Pablo Iglesias retrocede en apoyos en municipios que ya conocen las consecuencias directas de su gestión.
El análisis de los resultados del pasado 28-A provoca en Podemos varios sobresaltos. Al dato genérico de los 29 escaños perdidos se añade el estudio pormenorizado de las cifras, que arrojan conclusiones preocupantes para el partido de Pablo Iglesias: entre ellas, el importante retroceso de la formación en aquellos ayuntamientos que logró gobernar -a través de sus distintas marcas municipales- o apoyó -fundamentalmente por pactos con el PSOE- tras las elecciones de 2015.
Aunque es cierto que la motivación del voto no es la misma en unas generales que en unas locales o autonómicas, sí es significativa la pérdida de apoyo a Podemos entre ciudadanos que conocen ya las consecuencias directas de su gestión.
Es el caso, por ejemplo, de los que en su día se llamaron ‘ayuntamientos del cambio’. En la Barcelona de Ada Colau, por ejemplo, En Comú Podem retrocedió hasta nueve puntos porcentuales (del 25,70% de 2016 al 16,37% actual), con la pérdida de hasta 25.000 votantes. En el Madrid de Manuela Carmena, Podemos se dejó 60.000 papeletas, pasando de un 21,20% de voto a un 16,51%. Cinco puntos menos.
En otros ayuntamientos también ‘conquistados’ por Podemos se reproduce el mismo escenario. Así, en Ferrol, pierde 3.000 apoyos; en Santiago de Compostela -cuyo alcalde es Martiño Noriega, bajo la marca ‘Compostela Abierta’- pasa de 13.640 sufragios a 8.799. En el Cádiz de José María González ‘Kichi’, Podemos logró 20.377 papeletas hace tres años y ahora 18.163. En Zaragoza, la caída es significativa. El partido consiguió en esta ciudad, dirigida por Pedro Santisteve (Zaragoza En Común), 58.407 votos, frente a los 78.527 de las anteriores generales. Una caída de hasta siete puntos.
Esta situación se repite no sólo en las alcaldías a las que Podemos accedió con sus distintas listas locales, en las elecciones de 2015. También en aquellas que apoyó, para facilitar la investidura, y cuya presencia ha sido relevante en estos cuatro años.
En Córdoba, por ejemplo, donde el partido respaldó la candidatura de la socialista Isabel Ambrosio, Podemos ha perdido cinco puntos porcentuales y 7.000 apoyos. En Huesca, donde el candidato socialista, Luis Felipe, accedió a la alcaldía con el apoyo de ‘Cambiar Huesca’ y ‘Huesca Sí Puede’, retrocede ocho puntos y 1.500 papeletas. En Oviedo, la caída es también significativa: seis puntos porcentuales y 6.000 sufragios. En Las Palmas de Gran Canaria, donde la marca municipal ‘Las Palmas Sí Puede’ facilitó la investidura del candidato del PSOE, Augusto Hidalgo, se dejan más de 9.500 votos, y seis puntos porcentuales…
Con esta base, Podemos afronta sus próximas citas electorales decisivas del 26 de mayo. A ello se suma, además, la notable división en las candidaturas, con el ejemplo más que significativo de la ‘fuga’ de Íñigo Errejón, aliado ahora con Carmena.
La pérdida de papeletas se traduce en la práctica totalidad de los municipios. Aunque resulta especialmente significativa, y preocupante para la dirección podemita, además de en los reseñados, en localidades catalanas -donde el mensaje de Iglesias había calado en convocatorias anteriores- o del País Vasco.
A nivel general, el batacazo del partido de Pablo Iglesias fue notable: 1.500.000 votos menos.