Los expertos ponen el grito en el cielo: los gatos están acabando con un ave única de Canarias y ya son una amenaza

Las Islas Canarias albergan más de 4.200 especies endémicas, y más de 3.600 de ellas son terrestres. Cada una cumple un papel crucial en su ecosistema. Entre ellas está la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertaventurae), una subespecie que sólo habita en Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa.
Es un ave tranquila, de movimientos lentos, con plumaje de tonos arena que la camufla en el paisaje. No molesta, no hace ruido, y apenas vuela. Pero es vulnerable. Y desde hace tiempo, enfrenta una amenaza muy concreta: los gatos asilvestrados.
Estos felinos no son salvajes. Son gatos domésticos que, tras ser abandonados o criarse fuera de cualquier control, han acabado convirtiéndose en cazadores. Merodean por zonas naturales, se alimentan de lo que encuentran… y ahí es donde entran en juego las hubaras.
Los gatos están matando a este animal emblemático de Canarias
Desde 2017 hasta 2021, un equipo de investigadores marcó con dispositivos GPS a 53 hubaras adultas. Los transmisores, que también llevaban acelerómetros, permitieron seguir sus movimientos, identificar patrones de comportamiento y registrar muertes.
A lo largo del seguimiento, 32 ejemplares murieron. En tres casos, los rastros y las necropsias confirmaron que fueron atacados por gatos. Uno de esos ataques acabó con una hembra que estaba junto a su pollo. Ambos murieron.
El estudio «Gatos asilvestrados y hubaras: un conflicto pendiente en Canarias», publicado en ResearchGate, calcula que cada año más del 3% de las hubaras mueren por ataques de gatos. Eso convierte a estos felinos en la tercera causa de muerte provocada por la acción humana, solo por detrás de los tendidos eléctricos y los atropellos.
Según los autores (Alberto Ucero, Juan C. Alonso, Inmaculada Abril-Colón y Carlos Palacín), el gato se comporta como un depredador generalista altamente eficaz, y representa una amenaza concreta en ecosistemas insulares, donde las especies endémicas como la hubara no han desarrollado mecanismos de defensa frente a mamíferos depredadores.
Además, se han documentado otros casos preocupantes. En junio de 2018, tres cadáveres de hubaras aparecieron en Playa Blanca, cerca de una colonia de gatos. En mayo de 2021 y de nuevo en 2022, los agentes ambientales hallaron restos de hubaras depredadas en La Graciosa. En todos los casos, se encontraron huellas y excrementos de gato cerca de los cadáveres.
¿Qué se propone para frenar el impacto de los gatos en Canarias?
Aunque los gatos no tienen a las aves como su presa principal, su dieta en Canarias incluye hasta 68 especies distintas: 5 mamíferos, 16 aves, 15 reptiles y 32 invertebrados. Esta diversidad de presas los convierte en depredadores impredecibles. En hábitats como las estepas de Lanzarote y Fuerteventura, la hubara está especialmente expuesta.
Los programas actuales de captura, esterilización y retorno (TNR) no están funcionando, y los investigadores insisten en que hace falta una gestión firme, con base científica. Piden restringir el libre campeo de gatos en zonas críticas para la conservación de la hubara y plantean medidas más efectivas, aunque generen debate.
La presencia del gato asilvestrado en Canarias no es un asunto menor. Así lo advierten los investigadores, que insisten en que si no se toman medidas serias y urgentes, la desaparición de la hubara canaria no será una posibilidad remota, sino un escenario muy probable.