Mundial de Qatar 2022

Bale, el héroe infiltrado de Gales

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Gareth Bale disfrutó de lo lindo con su gol contra Estados Unidos. (AFP)
Francisco Rabadán
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  • Redactor jefe de deportes. He tenido la oportunidad de cubrir dos Juegos Olímpicos, varios Mundiales de distintas disciplinas y algún que otro All-Star de la NBA con los Gasol. De Córdoba y sin acento.

Gareth Bale disputó el partido que llevaba preparando con esmero durante meses. Ya saben que para el extremo la vida era ‘Gales, Golf y Madrid’ y en ese orden y quizá por eso decidió en julio de 2022 que para afrontar de la mejor manera posible su duelo de debut en un Mundial contra Estados Unidos –sabido desde marzo– lo mejor era infiltrarse. Al final, Gales es lo más importante para él.

Por el camino, el cinco veces campeón de la Champions con el Real Madrid añadió el título de la MLS con la camiseta de Los Angeles FC, jugó al golf y sobretodo pudo estudiar a sus rivales. Pese a que Kellyn Acosta había sido el único de sus compañeros que había entrado en la convocatoria de Estados Unidos, Bale pudo conocer sus costumbres y comportamientos para afrontar de la mejor manera posible el duelo en su estreno mundialista en el Ahman Bin Ali Stadium.

El capitán de Gales tenía controlado a la mayoría de jugadores salvo los dos que anotaron el estadounidense porque están fuera de su radar al jugar en Europa. Pulisic hilvanó un jugadón marchándose de tres rivales para servir en bandeja un mano a mano que Tim Weah –el mítico hijo del único Balón de Oro africano– estrelló en el fondo de las mallas.

Bale se empezó a desesperar conforme avanzaba la primera mitad. Empezó como delantero, luego se fue al extremo diestro y finalmente bajo a hacer las labores de organizador incluso recibiendo una amonestación por ir pasado de vueltas. Estaba claro que le iba la vida en este partido.

El arrebato patriótico

El galés, a buen seguro, tuvo que dar un discurso digno de William Wallace para intentar cambiar el rumbo del partido en la segunda mitad. Su equipo salió completamente enchufado arrinconado a Estados Unidos durante la mayor parte del periodo. Turner tuvo que sacar lo mejor de su repertorio de reflejos para detener algunas de las acometidas de la selección roja.

Cuando todo parecía perdido para Gales, Bale apareció con un zorro. Corría el minuto 80 y el ex madridista supo sacar un penalti de pillo a Walker Zimmerman –dos veces mejor defensa de la MLS– para demostrar que su infiltración en la Liga norteamericana había sido un completo éxito. El jugador pidió la responsabilidad de lanzar el penalti y lo clavó por la escuadra para júbilo de su afición. No pasó nada más en el partido, salvo que el bueno de Gareth hasta se llevó el MVP por todo este trabajo de meses que ahora ve sus frutos.

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