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Tu perro percibe tu ansiedad y estrés

Está más que probado que las mascotas pueden sentir nuestras emociones. ¿Sabías que tu perro percibe tu ansiedad y estrés? Aquí te lo contamos.

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Perro mira
Perro percibe tus emociones

Son muchos los que piensan que el ser humano es el único animal que puede leer señales emocionales en él mismo.  Por eso no es de extrañar el asombro que en algunas personas causa descubrir que otras especies, en especial los mamíferos, también tienen la capacidad de hacerlo. El perro percibe estrés, angustia y tristezas de sus dueños. Lo mismo que la alegría, la euforia y la felicidad. En general, cualquier tipo de emociones y estados de ánimo.

Lo hacen gracias a la combinación de dos factores. Por un lado, se impone su estructura social de manada. Por el otro, la larga historia de siglos de domesticación e interacción directa con los homos sapiens.

Los perros y las emociones humanas

Durante años las personas negaron que los animales pudieran tener emociones y sentimientos. Parte de la base de esa creencia estaba en la premisa de que era el hombre (el humano) el rey del planeta y todas las especies estaban a sus pies. Hoy en día se sabe que todos los seres vivos conviven en perfecto equilibrio bioecológico.

Veterinarios y etólogos han dedicado múltiples esfuerzos en los últimos años en tratar de medir el nivel de comprensión de las mascotas. Especialmente de perros y gatos. Los resultados no dejan lugar a dudas. En el caso de los canes, si bien la principal forma de comunicación es el olfato, son capaces de diferenciar visualmente una cara (humana) de enojo y una de felicidad.Perro mira

A nivel neurológico se determinó que, tanto en humanos como en perros, las áreas del cerebro que se activan frente al llanto o a la risa son las mismas. Un can sabe reconocer el sonido del llanto de una persona e interpretar adecuadamente las implicaciones que hay detrás. Esta es la razón por la que se acercan para acompañar y demostrar afecto en caso de sollozos.

Contagio en una sola dirección

Ya no se discute que el perro percibe estrés y ansiedad en sus dueños. Pero no solo eso, también se contagia de estos estados de ánimo. La influencia de uno sobre otro ocurre de forma unidireccional. Es decir, mientras la mascota muy probablemente terminará sufriendo las angustias de ‘sus humanos’, los canes no son capaces de estresar a sus amos de manera directa.

Muchos especialistas en comportamiento animal han tratado de encontrar el porqué de este fenómeno. Aún no hay una respuesta unánime al respecto. La idea más generalizada es que para los perros domésticos, su familia humana es todo su mundo y su existencia depende del grupo familiar. En cambio, las personas mantienen conexiones sociales mucho más amplias.

Aunque la transferencia de este estado de ánimo no se da de forma automática de animales a personas, muy probablemente los comportamientos de los primeros terminarán afectando a los segundos. Entre otras cosas, porque un perro estresado es un animal desequilibrado y con un comportamiento errático. Siempre se encuentra en estado de alerta, preparado para recibir ataques sorpresas provenientes desde cualquier parte de su entorno.

Un miembro más de la familia

También es cierto que para la gran mayoría de las personas que conviven con animales de compañía, sus mascotas eventualmente se convierten en fuente de estrés. Entre otras cosas, porque el vínculo que se desarrolla entre ellos equivale al afecto que siente un padre por su hijo.Perro mira

Problemas de salud en el animal, dificultades para cubrir todas sus necesidades o imposibilidad de compartir tiempo suficiente con el can, son algunos de los factores que despiertan angustias. De la misma forma son frecuentes las dudas sobre si ha educado a un ejemplar de la mejor manera.

La alegría es contagiosa… ahora sí en ambas direcciones

La alegría es contagiosa, nada nuevo sobre la faz de la tierra. Y en muchas ocasiones, las mascotas logran transmitir sus estados de felicidad a sus dueños. O conseguir que levanten el ánimo cuando advierten tristeza, depresión y ansiedad en el ambiente.

La felicidad de un perro cuando siente llegar a su dueño es elocuente. Si se le permite, el animal proporcionará un festival de besos, lenguetazos y lamidas que, si bien pueden molestar a muchos, son fuente de risas y diversión para otros. Una muestra genuina de amor y emoción.

Tu perro percibe estrés

Los perros son capaces de discernir sensaciones positivas y negativas. Lo que, en términos prácticos, equivale a saber cuándo una persona actúa con buenas intenciones o lo hace de manera malintencionada. Por ello es que quienes han convivido muchos años al lado de estas mascotas, les cuesta mucho trabajo confiar en alguien en quien su perro no lo hace.

Tú puedes ayudar a que tu perro no se estrese. Evita las peleas – principalmente los gritos – en su presencia y procura no regañarlo más de la cuenta. Recuerda que, a pesar de ser muy inteligentes, en el fondo son como niños. Y para ellos, los humanos son todo su mundo.

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