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Creo que mi gato no me quiere, ¿qué puedo hacer?

Ya sea por evolución en el comportamiento de tu mascota o por otras causas, a veces se llega a la frase de ‘creo que mi gato no me quiere’. ¿Qué hay que saber?

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Si tu perro te deja hacer esto es porque eres su persona favorita

Cariño de tu gato
Mi gato ha cambiado
Francisco María
  • Francisco María
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Es común escuchar frases del tipo “mi gato no me quiere”. En ocasiones, estas afirmaciones carecen de fundamento y son inexactas. También ocurre que los mininos son frecuentemente comparados con los perros, sus ‘grandes rivales’ en cuanto al favoritismo de los humanos. Pero no se debe olvidar que, más allá de ser mamíferos y andan en cuatro patas, son especies muy diferentes. Por lo que es normal que no se comporten de la misma forma. Siempre con excepciones en el caso de mininos y de los canes.

Al igual que las personas, cada gato tiene rasgos particulares. Mientras algunos son sumamente efusivos y se mantienen siempre junto a su manada/familia, otros son más reservados y disfrutan estar solos la mayoría del tiempo. Lo que no quiere decir que la mascota no quiera a su dueño.

Hay algunos escenarios que sí requieren de atención. Cambios bruscos en los comportamientos del animal es uno de ellos. Principalmente cuando se trata de ejemplares que solían ser ‘divertidos’ y de forma inesperada se han vuelto malhumorados y violentos. Cariño del gato

Respeto y conocimiento

Quienes deciden convivir con gatos, no solo tienen la obligación de cubrir las necesidades básicas del animal: vivienda, alimentación y atención médica oportuna. También deben respetar la forma de ser de cada ejemplar.

Aun los más juguetones, llega un momento en que deciden parar. Forzarlos a continuar jugando en contra de su voluntad es un error tan frecuente como contraproducente. Para evitar pasar por momentos incómodos, los mininos optarán por marcar distancias y mostrarse fríos con sus dueños.

Por increíble que parezca, no todos los gatos disfrutan de los mimos. Esta es otra característica que hay que respetar. Lo mejor es esperar a que sea el animal el que tome la iniciativa, tanto para jugar, como para las sesiones de caricias.

Cambios en el entorno

Los gatos son muy rutinarios. Basta observarlos con atención un par de días para descubrir qué hacen las mismas cosas siempre, en el mismo orden. También necesitan controlar a todos los miembros de la manada, cualquier cambio supone una fuente importante de estrés.

Hay mudanzas y salidas vacacionales en las que el felino se queda solo en casa o bajo el cuidado de terceros. Estos son dos de los momentos en donde más se escucha a los dueños lamentarse porque “el gato no me quiere”. En realidad, sí están bastante molestos y así lo hacen saber.

Antes sí, pero ahora mi gato no me quiere

Es importante descartar que los cambios no obedezcan a algún problema de salud que pueda estar afectando al animal. Si se muestran inapetentes o se esconden para dormir cuando antes lo hacía a la vista de todos, una visita a tu veterinario de confianza es imperativa.

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