¿Cómo es el buey almizclero?
Entre los animales de un aspecto más impactantes de la naturaleza, se encuentra el buey almizclero. ¿Cuáles son sus características?
Extendido por el Ártico, aunque aniquilado en muchos lugares por la caza excesiva, el buey almizclero es un animal de pastoreo estrechamente relacionado con las cabras y ovejas. Se trata de una criatura realmente grande, con un aspecto algo extraño y altamente resistente. La palabra “almizclero” de su nombre proviene de un hedor profundo que los machos desprenden cuando quieren atraer a las hembras. Están bien adaptados a la supervivencia en el frío Ártico, y tienen bastantes características y adaptaciones interesantes que los ayudan a sobrevivir.
Características del buey almizclero
El buey almizclero es un animal prehistórico y de gran tamaño. Suele medir alrededor de 1,2 metros de alto y 1,9 a 2,3 metros de largo. A su vez, es un animal realmente pesado; el macho puede pesar de 200 a 400 kilos y las hembras entre 150 y 200 kilos.
Presentan cuernos rotos y rizados a ambos lados de su cabeza. Su cuerpo puede ser color marrón oscuro o negro y tiene cabello largo y grueso que los hace parecerse mucho a un búfalo, aunque en realidad son muy similares a las ovejas.
Bajo sus largos pelos se encuentra escondido el qiviut, una especie de lana fina y corta que se utiliza para tejidos ya que es suave y cálida. El hecho de que tenga varias capas de lana y cabello le permite protegerse de los climas fríos del Ártico.
Su alimentación
Los bueyes almizcleros son animales herbívoros, es decir que su dieta está compuesta principalmente por semillas, sauces, hierba y bayas. En el verano les resulta muy fácil encontrar alimentos nutritivos como el pasto o las flores silvestres de temporada, lo que se puede ver reflejado en sus heces húmedas y altas en nutrientes. Durante la primavera y el verano suelen desarrollar una gruesa capa de grasa en su cuerpo con el fin de prepararse para los meses más fríos del año.
Si bien en invierno se vuelve algo difícil conseguir alimentos en la nieve, estos animales se las ingenian cavando con sus cascos y narices. Su dieta en esta época del año se compone principalmente de musgos, líquenes y raíces. La cantidad de nutrientes que reciben es menor, por lo tanto, su materia fecal se vuelve seca y con poco valor nutricional.
Ver el buey almizclero a simple vista es sin duda algo increíble. Un animal imponente y majestuoso con una gran historia detrás. Convivió con los históricos mamuts y rinocerontes lanudos, pero, al contrario que ellos, pudo sobrevivir a la Edad de Hielo y su especie se conserva hasta hoy en día.
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