Características de los pulgones

Los pulgones son insectos muy pequeños; solamente miden unos pocos milímetros. Existen aproximadamente unas 4700 especies pertenecientes a la superfamilia aphidoidea, más conocida como familia de los áfidos. Una de sus características más notorias es que, aún siendo de la misma familia, pueden tener muy diferentes características morfológicas. Existen, por ejemplo, especies aladas y sin alas, con diferentes colores y con distintos patrones de color.

La reproducción de los pulgones

Los pulgones, o áfidos, son insectos vivíparos que presentan heterogeneidad, o sea, se reproducen de diversas formas. En las generaciones partenogenéticas, la llamada “reproducción virgen” se desarrolla a partir de células sexuales femeninas no fecundas; es decir, las crías se desarrollan sin necesidad de fertilización alguna. Nacen como clones de sus progenitores.

Este método reproductivo se observa en algunas especies de insectos, reptiles, anfibios e incluso en aves. Una hembra puede producir hasta 100 crías en su fase de reproducción. En cambio, en las generaciones anhigónicas, la reproducción tiene lugar a través de la fertilización de gametos producidos por machos y hembras. El macho transfiere sus células sexuales a la hembra, para que sus óvulos sean fertilizados.

Los científicos afirman que esta es una capacidad adaptativa que se desarrolló en los áfidos, así como en otros animales. Se alterna su forma reproductiva para garantizar la perpetuación de su especie, incluso en presencia de condiciones ambientales adversas.

Alimentación y hábitos de los pulgones

A pesar de su nombre, estos insectos no son pulgas. No se parecen morfológicamente, ni tienen sus hábitos ni su forma de vida. Las pulgas son ectoparásitos que se alimentan de la sangre de sus huéspedes; en cambio los pulgones utilizan sus dispositivos de succión bucal para alimentarse de savia vegetal.

Esta es la razón principal por la que estos insectos se encuentran fácilmente en cultivos y plantaciones. Y son considerados una plaga, debido a su gran capacidad reproductiva y sus hábitos depredadores.

Plagas en la agricultura

Durante la primavera y el verano, los pulgones son la principal preocupación de los agricultores y los principales daños que causan en las plantaciones son:

• Los áfidos rechazan la melasis como un subproducto de su digestión y dejan las hojas y las frutas pegajosas. Después, la suciedad se acumula y disminuye su valor comercial.
• Aspiran los nutrientes de la planta y eso afecta directamente a su desarrollo pues puede conducir a malformaciones o marchitamientos.
• Eliminan sustancias tóxicas en su saliva, y como resultado, deforman las hojas de las plantas.

¿Tienes pulgones en tus plantas?  Debes saber que es posible combatirlos naturalmente con infusiones de absenta, manzanilla o ajo y cebolla. O también rociando la planta con jabón neutro y agua.

¿Sabes que algunas plantas actúan como repelentes naturales de los áfidos? La lavanda, por ejemplo, o el bálsamo de limón, el romero o la menta, pueden plantarse cerca de plantas que quieres proteger.