El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha sido ‘cazado ‘este jueves comiendo en el interior de un restaurante, algo prohibido por las normas anti-Covid aprobadas por el Gobierno autónomo que él mismo preside.
El decreto aprobado por le Gobierno cántabro establece el cierre de las zonas interiores de los establecimientos de hostelería y restauración, incluidos los restaurantes de los hoteles y otros alojamientos turísticos, salvo los servicios de entrega a domicilio o recogida en el establecimiento, los centros sociosanitarios y comedores sociales; comedores de centros educativos -no cafeterías universitarias-; y establecimientos de suministro de combustible, como servicio para conductores profesionales, con un aforo todos ellos de un tercio.
Un grupo de vecinos de Santander ha pillado a Revilla saliendo del interior del restaurante La Capitana, en la calle de Castelar, y le ha grabado. Los vecinos le acusan de haber condenado a los hosteleros a la ruina mientras él disfrutaba de una comida, con puro y todo durante la sobremesa, en un lugar prohibido por sus normas contra la pandemia.
En el vídeo se escucha a Revilla alegar que el espacio donde ha almorzado es una terraza, donde está permitido comer, y asegura que el puro hay en la mesa no es de él y no ha fumado.
Posteriormente, el PP, Ciudadanos y Vox han registrado tres peticiones de comparecencia urgente ante el Parlamento del presidente cántabro para que explique si ha comido dentro del restaurante.
Revilla ha insistido este jueves en que Cantabria quedará «desconfinada» al decaer el estado de alarma y ha confiado en que para entonces se articulen mecanismos jurídicos para que las comunidades con más incidencia de Covid puedan extender esa figura y tomar medidas.