Ni La Latina ni Chamberí: el sándwich mixto más buscado de Madrid se hace en la cafetería de este barrio
En Usera, una nueva cafetería prepara el sandwich mixto más buscado de todos
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Madrid está llena de sorpresas. A veces, cuando parece que ya lo hemos probado todo, aparece un pequeño local fuera del circuito habitual que se convierte en tendencia y que de repente, todo el mundo quiere visitar. Eso es justo lo que está ocurriendo con una cafetería situada en el barrio de Usera, muy lejos de las zonas de moda como La Latina, Malasaña o Chamberí. Allí, a orillas del río Manzanares, se prepara el que muchos consideran el mejor sándwich mixto de todo Madrid. Y no lo dicen sólo los vecinos: cada fin de semana, decenas de personas cruzan media ciudad para probarlo.
Lo que hace especial a este lugar no es sólo su comida, sino también su historia. Detrás del proyecto están Martina y Lautaro, dos emprendedores con alma de barrio que ya dejaron huella en Lavapiés con su coworking BlueChair. Cuando la burocracia les impidió montar una cafetería en su primer espacio, no se rindieron: trasladaron su energía al otro lado del río y abrieron un nuevo refugio en Moscardó, una zona tranquila de Usera que empieza a despuntar en el mapa gastronómico madrileño. Así nació Pava, un rincón en el que todo (desde el pan hasta el diseño del local) se ha cuidado al detalle. Aunque muchos acuden atraídos por el café de especialidad o por su estética acogedora, lo que realmente ha disparado su popularidad es su bikini. Un sándwich mixto con pan de brioche, queso gouda extrafundente y jamón york de calidad, al que se le puede añadir huevo o queso de oveja para redondear la experiencia. Hay quienes aseguran que es el mejor que han probado jamás, y lo cierto es que basta con un bocado para entender el entusiasmo.
El sándwich mixto más buscado de Madrid se hace en esta cafetería
Durante años, las cafeterías más conocidas de Madrid se concentraban en zonas como Chamberí, Lavapiés o el barrio de Salamanca. Pero la ciudad está cambiando. Cada vez más personas se aventuran a descubrir barrios que antes pasaban algo más desapercibidos y que ahora rebosan vida y proyectos nuevos. Usera es uno de esos lugares. Conocido por su potente oferta de comida asiática, ahora empieza a atraer propuestas más variadas sin perder su esencia de barrio.
Pava es una de las responsables de este cambio. No es una franquicia ni un local pensado para las redes sociales. Es un espacio pensado para la gente del barrio, con precios accesibles y una carta sencilla pero hecha con mimo. La elección de abrir en Moscardó no fue casual: buscaban un lugar donde pudieran ofrecer calidad sin encarecer el producto, y donde los vecinos se sintieran cómodos y bienvenidos desde el primer día.
Una antigua farmacia convertida en la cafetería de moda
El local donde hoy se encuentra Pava era, hasta hace poco, una farmacia de toda la vida. En lugar de borrar su pasado, sus creadores lo integraron en el diseño del nuevo espacio. Mantuvieron detalles como la ventanilla de guardia (que ahora luce la frase Pa los milagros – una velita aquí) y colaboraron con artistas locales para dar personalidad al lugar. El mural de la fachada, obra del ilustrador Vic Panc, recoge anécdotas y momentos delirantes vividos durante el proceso de apertura, y se ha convertido en una de las señas de identidad del sitio.
El equipo de Pava está formado por profesionales que antes compartían espacio en su coworking: arquitectas, diseñadores, cocineros, baristas. Cada rincón y cada plato cuentan una historia. No hay nada improvisado, pero tampoco hay pretensión. Es un lugar con alma, de esos que cuesta encontrar en una ciudad donde todo parece cada vez más uniforme.
El bikini que ha conquistado a todo Madrid
El gran protagonista de la carta es, sin duda, el sándwich mixto más buscado de Madrid. Lo llaman bikini, como en Cataluña, y lo preparan con un pan de brioche tierno y ligeramente crujiente, queso gouda fundido hasta el punto perfecto y jamón york de calidad. El resultado es un sándwich sencillo pero absolutamente irresistible. Y si quieres llevarlo al siguiente nivel, puedes añadirle un huevo o un toque de queso de oveja, que le da una intensidad espectacular.
Para quienes prefieren opciones sin carne, hay una versión vegetariana con gouda, piparras y miel, que consigue ese equilibrio entre dulce, salado y picante que lo convierte en una opción igual de adictiva. Lo mejor es que, pese al furor que ha despertado, el precio sigue siendo asequible, algo poco habitual en la escena gastronómica madrileña actual.
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Una carta pequeña pero muy cuidada
Además del famoso sándwich mixto, en Pava se puede disfrutar de otras propuestas deliciosas. Las tostadas son una maravilla, con combinaciones como ricotta, queso feta, peras conferencia y miel de romero, que varían según la temporada. Todo el pan proviene del obrador Panifesto, uno de los más reconocidos de Lavapiés, y se nota en cada bocado.
La repostería merece un capítulo aparte. Magdalenas, cookies, bizcochos y rolls se elaboran a diario en la propia cocina del local, y cada semana introducen novedades que suelen agotarse rápidamente. Una de las señas de identidad de la casa es el uso frecuente de dulce de leche, un homenaje al origen argentino y uruguayo de muchos miembros del equipo. También están apostando por incluir cada vez más opciones sin gluten, sin perder sabor ni textura.
Si estás pensando en ir, ten en cuenta que los fines de semana suele haber más afluencia, aunque la espera vale la pena. La cafetería Pava está en la calle San Graciano, número 3, en el barrio de Usera. Abre de miércoles a viernes de 9:00 a 15:00 y los fines de semana de 10:00 a 19:00. El precio medio ronda los 10 euros, y puedes seguirles en Instagram como @paaaaaava para estar al tanto de sus novedades. Pero lo mejor es ir con hambre y sin prisas, porque una vez allí, te costará levantarte de la mesa.
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