Más Madrid dice que «ayer fue un gran día para la democracia» y la Asamblea se troncha de risa
Bergerot ha defendido a Sánchez para atacar a Ayuso, y la presidenta madrileña ha empezado a 'disparar'
Más Madrid ha protagonizado este martes una intervención de chiste al asegurar que «ayer fue un día de alivio para la democracia» -en referencia a la permanencia de Pedro Sánchez en La Moncloa-, palabras con las que ha despertado a los diputados de la Asamblea, que se han tronchado de la risa al escucharlas. Ha sido la portavoz Manuela Bergerot la que ha hecho alusión de esta forma a la decisión del presidente del Gobierno, el mismo que ha calcado los modelos de Maduro y de Kirchner en su discurso y que ha amenazado a la prensa libre.
La portavoz de Más Madrid ha tomado la palabra con una gran sonrisa en la cara y ha iniciado su discurso con muestras de apoyo a las mentiras de Pedro Sánchez y a su figura: «Ayer fue un día de alivio para la democracia. Los bulos no tumban a los presidentes de la democracia». Bergerot ha tenido que hacer una breve pausa al lanzar esta afirmación, con la que se ha dirigido directamente a Isabel Díaz Ayuso, debido a las carcajadas inmediatas y al unísono que se han escuchado.
El momento ha sido tan llamativo que la presidenta de la Comunidad de Madrid no ha dudado ni un instante en cargar contra la líder de Más Madrid -a la que pronto se le ha desdibujado la sonrisa- en su turno de réplica, en el que ha tirado de sorna dada la poca seriedad del momento. «Madre mía, uff, va a dejar con problemas auditivos a su compañera de escaño», ha bromeado la jefa del Ejecutivo madrileño dada la intensidad del discurso de Bergerot.
A continuación, Ayuso también ha arrancado risas, aunque en este caso ha sido una reacción buscada por ella: «Hemos bajado el tono… comienza un nuevo tiempo». Ha reflejado de esta forma la actitud de Sánchez en sus intervenciones, en las que cambia radicalmente el tono de voz de manera sobreactuada.
«Mamandurria para rato»
La presidenta del PP de Madrid también ha atizado, de paso, a Yolanda Díaz, después de que Bergerot haya intentado achantar a Ayuso con críticas a su Gobierno. «Soy la nada más insignificante, pero a su jefa no la votan ni en su pueblo», le ha rebatido Ayuso en relación al batacazo de Sumar en las pasadas elecciones gallegas. Por ello, ha añadido, la formación de Díaz y de Bergerot es «la muleta del Gobierno de Sánchez» porque sólo así quienes la conforman «siguen en su coche oficial». «Tranquilos, que cada uno tiene su dinerillo asegurado, les queda poder y mamandurria para rato», ha bromeado la presidenta.
Ayuso ha indicado que los diputados de Más Madrid «son cada vez más dictatoriales» y los ha acusado de querer «elaborar listas negras sobre los jueces» y de querer acabar «con los medios de comunicación que le son incómodos» hasta el punto de ir «contra los participantes de las tertulias y decirles a los programas cómo hacer los guiones». Asimismo, ha subrayado que la izquierda ha puesto el grito en el cielo por la investigación judicial a Begoña Gómez cuando «sólo se trata de una grandísima trama de corrupción» y «sólo les han pedido explicaciones» por ello, lejos de esos 10 años de «acoso» del que aseguró haber sido víctima este lunes Pedro Sánchez.
«Sus armas no alcanzan para dar un golpe al mandato democrático. Rabien, señorías, porque a su acoso vamos a responder con política. Los de me gusta la fruta van a tener que aprenderse las reglas de la democracia. Es usted un virus para la democracia», ha gritado también Manuela Bergerot.
Por ello, Ayuso se ha pronunciado en relación al modelo económico que defiende Más Madrid, y ha indicado que la formación «asfixia a las empresas y a los autónomos» y que «quieren al pueblo subvencionado, a la cola con las cartillas de racionamiento», por lo que les ha instado a que se «actualicen un poco» y dejen de seguir esas «trazas de fascismo que están en los manuales de la resistencia».
Sin embargo, al mismo tiempo, dada la frecuencia con la que recurren a la dictadura en sus discursos de manera populista, la presidenta regional ha destacado que la izquierda «vive del fascismo, de la guerra, de los bandos y de dividir a los españoles». Pese a ello, la buena noticia es que «les quedan muchos años de libertad en la Comunidad de Madrid», ha sentenciado Ayuso, para diferenciar su modelo de gestión del de Sánchez y Sumar.
Lobato el «telepredicador»
También ha habido roces entre Ayuso y Juan Lobato. El líder del PSOE ha respaldado a Sánchez y ha asumido sus palabras, al decir que hay que «poner un punto y aparte en la legislatura para dejar el odio y para que no nos carguemos la democracia». En esa línea, ha declarado que «hay que subir el nivel»: Yo, con mis errores, seguiré siendo activista del respeto y la educación en política».
Como le ha ocurrido con el tono de Sánchez, el utilizado por Lobato ha llamado la atención de Ayuso. «Nada nuevo. Me esperaba por su parte que me trate con esa condescendencia y ese tono de telepredicador para darme lecciones sobre democracia», le ha echado en cara.
No ha sido el único motivo por el que ambos líderes han chocado. Una vez más, el asunto de las residencias de mayores ha salido a debate cuando el socialista ha exigido a la presidenta que publique las listas. «Tiene las actas de las residencias», ha contestado la popular, aunque entiende que el PSOE prefiere obviarlas para seguir «retorciendo el dolor de las víctimas».
Además, ha insistido en «la educación política» que ha prometido Lobato, momento en el que le ha recordado que «ha machacado a Leguina» y que en diferentes plenos «ha retorcido» el «pasado y vida personal» de la presidenta. Lo ha acusado también de haber «abandonado sus responsabilidades ante los madrileños» para seguir el camino marcado por Sánchez, lo que le hace estar «preso de ese escaño y del sueldo que gana». «Usted es cómplice de lo que se hace en La Moncloa. Para eso queda», le ha reprochado.
«No entiendo el papel de Vox»
A este cruce de acusaciones se ha sumado también el que Ayuso ha mantenido con Rocío Monasterio. La portavoz de Vox no ha sido menos que el resto y ha sacado también el asunto de Pedro Sánchez en el debate, aunque lo ha aprovechado para cargar contra el Gobierno regional. «Los españoles en los últimos 50 años hemos hecho un ejercicio extraordinario para construir un Estado de Derecho que se truncó con la llegada de Zapatero y con la aprobación de la Ley de Memoria Histórica. Podría haberse cambiado con el PP, que tampoco hizo nada».
Ayuso ha señalado que Monasterio dedica «como siempre, el 80% de su tiempo a la política nacional o al PP» y ha manifestado su incomprensión respecto a los movimientos de Vox, que «habla siempre de competencias que nada tienen que ver con la Comunidad de Madrid».
Por ello, ha criticado que Monasterio «no respeta la cámara y va con todo el mundo», dado que su partido «pacta con la izquierda en Arganda del Rey y en Alcorcón». «No entiendo el papel de Vox en los momentos que estamos viviendo, allá ustedes», ha lamentado.
Finalmente, ha reiterado que su Ejecutivo está «luchando contra un proyecto a la bolivariana» y lo está haciendo «sin la ayuda de nadie», porque «la labor del Gobierno central siempre va en contra de la Comunidad de Madrid, aunque eso suponga regalar todo a los nacionalistas». Y, una vez más, ha apuntado las diferencias entre el Ejecutivo regional y el de Sánchez: «Nosotros contestamos a las preguntas, a las cartas de los ciudadanos, acudimos a todos los medios de comunicación, no perseguimos a los que nos son incómodos, no insultamos a los alcaldes, visitamos municipios de distinto signo y no usamos las ruedas de prensa del Consejo de Gobierno para atacar a los alcaldes».