Sánchez tiene modelos: Maduro habló del «fango» de la Justicia y Kirchner quiso «democratizarla»
"Fango" se ha convertido en los últimos días en el término más repetido por Pedro Sánchez
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![Luz Sela](https://okdiario.com/img/2023/07/24/captura-de-pantalla-2023-07-24-a-las-17.04.05.png)
«Fango» se ha convertido en los últimos días en el término más repetido por Pedro Sánchez para referirse a la supuesta estrategia de «acoso y derribo» contra él y su mujer, Begoña Gómez. La semana pasada, cabe recordar, un juez ordenó abrir diligencias de investigación contra Gómez por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Esta circunstancia, sin embargo, ha sido utilizada por el presidente socialista para denunciar una operación orquestada por «la derecha y la ultraderecha» y lanzar una ofensiva contra los jueces y los medios críticos. Esa misma palabra, «fango», fue utilizada también años atrás por el dictador Nicolás Maduro para criticar a la Justicia española.
Maduro, entonces ministro de Exteriores de Venezuela, respondía así al auto del juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, en el que denunciaba los supuestos vínculos de Caracas con ETA, basados, según Maduro, en un «instrumento de guerra política», en alusión al material informático incautado al guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Raúl Reyes.
«Debe saber la opinión pública española que con esa computadora se pretendió perseguir a la izquierda democrática y luchadora de Colombia, y se trataron de fabricar juicios» contra el ex presidente ecuatoriano Rafael Correa y el nicaragüense Daniel Ortega, afirmó Maduro, quien aseguró que las acusaciones contra Caracas se hundirían «en el fango de la mentira». «La verdad va a terminar prevaleciendo», exclamó el canciller. Venezuela, cabe recordar, es desde hace años un país refugio para etarras. Maduro denunció también entonces una «campaña mediática» contra el Gobierno de Hugo Chávez «que ha conseguido un camino para las transformaciones por la vía constitucional, pacífica, democrática».
«Fango»
Este lunes, en su declaración institucional desde La Moncloa, Sánchez volvió a referirse al «fango», su término más repetido de los últimos tiempos.
«Mostremos al mundo cómo se defiende a la democracia. Pongamos fin a este fango de la única manera posible: mediante el rechazo colectivo, sereno, democrático, más allá de las siglas y de las ideologías, que yo me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España», concluyó el presidente socialista. Sánchez pretende poner en marcha una «limpieza», que abre el paso al control del Poder Judicial y de los medios de comunicación. Según el presidente del Gobierno, el país necesita «una reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio». «Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango colonice impunemente la vida política, la vida pública, contaminándonos de prácticas tóxicas inimaginables hace apenas unos años», insistió, apelando «a la conciencia colectiva de la sociedad española».
El miércoles, en la carta en la que anunciaba la cancelación de su agenda durante cinco días para abrir un periodo de «reflexión» sobre su continuidad en La Moncloa, Sánchez aludía también a ese «fango» al que tanto se refiere. En ese caso, lo vinculaba con el escritor Umberto Eco y su «máquina del fango». «Esto es», dijo Sánchez, «tratar de deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas».
«Ésta es mi lectura de la situación que vive nuestro querido país: una coalición de intereses derechistas y ultraderechistas que no toleran la realidad de España, que no aceptan el veredicto de las urnas, y que están dispuestos a esparcir fango con tal de: primero, tapar sus palmarios escándalos de corrupción y su inacción ante los mismos, segundo, esconder su total ausencia de proyecto político más allá del insulto y la desinformación, y tercero, valerse de todos los medios a su alcance para destruir personal y políticamente al adversario político», exponía el jefe del Ejecutivo.
Hasta en cuatro ocasiones se refería entonces Pedro Sánchez al «fango» en la vida política.
«Necesito parar y reflexionar. Me urge responderme a la pregunta de si merece la pena, pese al fango en el que la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si debo continuar al frente del Gobierno o renunciar a este alto honor», se preguntaba en la misma misiva.
«Regeneración democrática»
Las alusiones de Sánchez, este lunes, a la «regeneración democrática» también recuerdan a las de la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner cuando, en 2013, lanzó una ofensiva bautizada como «democratización del Poder Judicial», atentando así contra la independencia de los jueces. Entre las medidas de la reforma estaba que los miembros del Consejo de la Magistratura, el órgano de gobierno de los jueces, fuesen elegidos por «el pueblo». La reforma fue declarada inconstitucional y muy criticada por la oposición y los jueces por lo que suponía de «politización» de la Justicia.
«Asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades. Asumo la decisión de continuar con más fuerza si cabe al frente de la presidencia del Gobierno de España», proclamó Sánchez en su intervención en La Moncloa.